Libros de Bronwyn Scott
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❤️ Biografía de Bronwyn Scott
Bronwyn Scott es el seudónimo de Nicky Poppen. Es profesora de comunicación en una pequeña universidad del noroeste de Estados Unidos. Le gusta tocar el piano y pasar tiempo con sus tres hijos. Deja la cocina y la lavandería a su marido, que da clases en la universidad a primera hora de la mañana y por la tarde, para que ella pueda dedicar sus días a ser ama de casa a tiempo completo.
Nikki lleva toda la vida escribiendo. Comenzó a asistir a conferencias para jóvenes escritores en su distrito escolar ya en cuarto grado, y todavía se siente orgullosa de la primera novela que completó en sexto grado, una novela de aventuras medieval mecanografiada por su madre en una máquina de escribir eléctrica Smith Corona.
Luego pasó a las conferencias de la RWA y a los ordenadores. Le encanta la historia y la investigación y siempre espera la siguiente historia. También le gusta charlar con otros escritores y lectores sobre sus libros favoritos y el proceso de escritura.
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En el lecho del enemigo…
La responsabilidad que recaía sobre Brandon Wycroft, como conde de Stockport, era la de capturar al Gato, un astuto ladrón que despojaba a los adinerados para alimentar a los menos afortunados. Al descubrir que detrás de la máscara del Gato se escondía una mujer, Brandon modificó su estrategia y convirtió la persecución en un juego de seducción.
Esa figura enigmática y tentadora lo atormentaba. A medida que la red se estrechaba alrededor del Gato, Brandon se percató de que ansiaba resguardarla...
La identidad de la intrépida ladrona era un enigma que desafiaba a Brandon en cada paso. Su astucia y habilidades para el sigilo mantenían en vilo al conde, quien se encontraba inmerso en un dilema entre el deber y la creciente atracción que sentía hacia aquella mujer de misteriosa dualidad.
La danza entre el cazador y la presa se tornaba cada vez más compleja. Cada intento de atraparla desataba una respuesta ingeniosa por parte del Gato, quien deslizaba su presencia entre las sombras con una gracia que desafiaba las expectativas.
En el juego de seducción, los roles se invertían. Brandon, originalmente el cazador, se veía envuelto en una telaraña de encanto tejida por la astuta ladrona. Cada encuentro acrecentaba la tensión entre ellos, alimentando el deseo y la urgencia de descubrir la verdad tras la máscara.
A medida que avanzaba la trama, Brandon se enfrentaba no solo al desafío de capturar al Gato, sino también a la intrincada red de emociones que se tejía entre ellos. La mujer tras la máscara no era solo una criminal escurridiza, sino alguien cuya vulnerabilidad y determinación despertaban sentimientos encontrados en el conde.
El dilema moral se intensificaba a medida que la conexión entre el cazador y la presa se volvía más profunda. Brandon se encontraba en una encrucijada, debatiéndose entre el deber impuesto por su título y la conexión irrefrenable que florecía con cada encuentro clandestino.
El desenlace se vislumbraba en el horizonte, y con él, la revelación de la verdad detrás del enigma del Gato. Brandon se veía obligado a cuestionar sus propias convicciones y a enfrentar las consecuencias de sus decisiones en un juego donde la seducción y el misterio se entrelazaban de manera inextricable.
En todos los rincones se hablaba de él... ¡y no siempre para bien!
Nicholas D'Arcy, el acompañante más osado y conocido en la alta sociedad, destacaba por su discreción absoluta. Sin embargo, cuando un esposo celoso lo acusó, se vio obligado a aceptar, a regañadientes, un empleo en el campo... ¡un destino que consideraba peor que la propia muerte!
Annorah Price-Ellis no era lo que Nick esperaba; inocente, llena de energía y definitivamente incómoda con la tensión que se palpaba entre ambos. De repente, el amante más intrépido de Londres se encontraba fuera de su elemento, enfrentándose al peligro de revelar al hombre real que se ocultaba detrás de su elegante fachada...
La noticia de este giro en la vida de D'Arcy pronto se esparció como pólvora en los círculos sociales más selectos. ¿Cómo un hombre acostumbrado a los salones de baile y a los susurros de la alta sociedad podía sobrevivir en un entorno tan ajeno como el campo?
En este nuevo capítulo de la vida de Nicholas, la rutina rural se convirtió en su día a día. Lejos de la pompa y la circunstancia de la ciudad, se vio inmerso en el trabajo físico y en la sencillez de la vida en el campo. Su elegante porte se transformaba entre surcos y cosechas, y su reputación de hombre de mundo quedaba a merced de los elementos naturales.
Annorah, por otro lado, representaba un desafío inesperado. Su inocencia chocaba con la sofisticación que Nick solía encontrar en los salones londinenses. Pero esa tensión, en lugar de disminuir, se intensificaba con cada encuentro. La chispa entre ellos era innegable, y Nicholas se encontraba cada vez más cerca de perder el control sobre la fachada que tanto se esforzaba por mantener.
En este rincón remoto, lejos de la mirada crítica de la sociedad londinense, D'Arcy se enfrentaba a una verdad incómoda: ¿podría ser él mismo sin las máscaras que la alta sociedad le imponía?
Los días se transformaron en semanas, y las semanas en meses. La vida en el campo dejó una marca en el orgullo de Nicholas, pero también le ofreció una perspectiva diferente. Los valores sencillos y la autenticidad del entorno rural empezaron a calar hondo en su ser.
Annorah, por su parte, se reveló como una guía inesperada en este viaje de autodescubrimiento. Su energía y su pureza desarmaron las defensas de D'Arcy, revelando capas de su personalidad que ni él mismo conocía. Entre campos verdes y atardeceres serenos, Nicholas comprendió que la vida en el campo no era solo un castigo, sino una oportunidad para reconstruirse desde cero.
A medida que la relación entre ellos evolucionaba, la tensión inicial se transformó en complicidad. La chispa, lejos de apagarse, se convirtió en una llama que ardía con más intensidad. Nicholas D'Arcy, el dandi de la alta sociedad, se encontraba redescubriendo el significado de la autenticidad y la conexión genuina.
El regreso a la sociedad londinense se vislumbraba en el horizonte, pero Nicholas ya no era el mismo hombre que había dejado atrás. Había dejado atrás la fachada para abrazar su verdadera esencia, y la historia de este inusual romance en el campo resonaría mucho más allá de los salones de baile de la ciudad.
En última instancia, Nicholas D'Arcy aprendió que, a veces, es en los lugares menos esperados donde encontramos nuestra verdadera identidad. La historia de su transformación, desde el intrépido caballero de la alta sociedad hasta el hombre auténtico que descubrió en el campo, se convirtió en un relato que inspiró a muchos a mirar más allá de las apariencias y abrazar la autenticidad en sus propias vidas.
Riordan Barrett: De Libertino a Conde y Padre de Familia
Él solía ser el epítome del libertinaje, el último bastión de la disipación en la alta sociedad. Sus amigos, antes tan dados a los excesos como él, habían sucumbido a las ataduras del respeto y la responsabilidad. Podría pensarse que Riordan Barrett, el depravado por excelencia, sería el próximo en caer bajo las garras de la moralidad. Sin embargo, los finales felices no estaban destinados a él; en ese cuerpo magnífico y pecaminoso, la redención parecía una quimera.
De la noche a la mañana, Riordan se encontró investido como conde y padre de dos pequeños, un terreno completamente desconocido para aquel que solo tenía experiencia en el arte de la irresponsabilidad. El libertino, ahora necesitado de guía, decidió contratar a una institutriz. ¿El único requisito? Que fuera bella y joven, porque, después de todo, ¿qué es la redención sin un poco de sacrificio?
Maura Caulfield, delicada e inocente, resultó ser la única mujer en todo Londres que parecía ajena a las escandalosas costumbres de Riordan. Sin embargo, esa ignorancia estaba destinada a desvanecerse, ya que él estaba decidido a mostrarle lo maravilloso que podía ser pecar...
La Institutriz y el Jeque: Disciplina y Pasión en el Desierto
En un reino regido con mano firme por el jeque y príncipe Jamil al-Nazarri, solo había un aspecto que escapaba a su control: su hija pequeña. Desesperado por infundir algo de disciplina en la rebelde joven, decidió tomar medidas drásticas: contratar a una institutriz inglesa.
Lady Cassandra Armstrong resultó ser la elección más inusual que Jamil podría haber hecho. Con un cuerpo que despertaba pasiones y una naturaleza impulsiva, Cassie no solo enseñaría a la princesa, sino que también desafiaría la tranquilidad del jeque. Conocido por su honor inquebrantable, el príncipe se vería sometido a una prueba, pues los sentimientos que albergaba hacia Cassie estaban lejos de ser considerados honorables...
No le inquietaban los escándalos. Él era el escándalo…
Corría el murmullo de que Channing Deveril, creador de la Liga de Caballeros Discretos, ya no deseaba calentar la cama de las mujeres. Sin embargo, al cruzar caminos con la atractiva Alina Marliss, se le presentó su desafío más ambicioso…
Alina estaba acostumbrada a jugar con el escándalo, así que la deslumbrante seducción de Channing se convirtió en una complicación innecesaria. Puede que anhelara sus caricias expertas, pero no tenía la menor intención de perder la cabeza, y mucho menos el corazón, por el libertino más famoso de Londres.
En el intrigante mundo de Channing Deveril, los escándalos eran como la tinta en la pluma de un escritor. No eran más que capítulos efímeros en la historia de su vida. Sin embargo, cuando la mirada penetrante de Alina se encontró con la suya, comprendió que este capítulo podría ser diferente.
Channing, conocido por su habilidad para esquivar los rumores, se veía a sí mismo como un maestro en el arte de la discreción. Pero Alina, con su encanto intrépido, estaba decidida a desentrañar los secretos que yacían bajo la fachada imperturbable de este caballero.
La Liga de Caballeros Discretos, un enclave exclusivo de hombres de sociedad, se vio envuelta en un torbellino de intrigas cuando Channing y Alina se enredaron en una danza peligrosa. Mientras la sociedad londinense susurraba sobre la posible caída de Deveril, él se sumergía en un juego de seducción donde los corazones eran las cartas en juego.
Alina, dueña de su destino, no era una dama que se dejara deslumbrar fácilmente. La brillantez de Channing no era suficiente para cautivarla por completo. Sabía que detrás de ese aire de indiferencia se ocultaba un hombre con deseos y anhelos, y estaba decidida a descubrirlos.
La seducción, como un arte refinado, se convirtió en el medio a través del cual Channing intentaba conquistar a Alina. Sus palabras eran susurros tentadores que, sin duda, dejaban a más de uno en la alta sociedad londinense boquiabierto. Él, el maestro de los enredos, tejía una red de pasión alrededor de Alina, sin percatarse de que sus propias emociones se veían atrapadas en la telaraña del deseo.
A medida que la trama se desenvolvía, los cimientos de la Liga de Caballeros Discretos temblaban. Channing, acostumbrado a ser el arquitecto de su propio destino, se encontraba ahora en un terreno desconocido donde Alina era la fuerza motriz que desafiaba todas sus certezas.
En el tapiz de la alta sociedad, las noches se volvían más intensas y los susurros más intrigantes. La relación entre Channing y Alina se convertía en un tema recurrente en los salones elegantes y los callejones oscuros por igual. Ella, la dama que desafiaba las normas establecidas, y él, el caballero cuyos secretos estaban a punto de ser revelados.
En el vaivén de pasiones prohibidas, Channing y Alina se sumergieron en un juego arriesgado. Cada encuentro, cada roce de piel, era una pieza en el rompecabezas de una conexión que desafiaba las expectativas. La química entre ambos era innegable, pero ¿podrían superar los obstáculos que la sociedad y sus propios miedos les presentaban?
Channing Deveril, el maestro de la discreción, se veía ahora confrontado con una elección: seguir siendo el arquitecto de su sosegada existencia o entregarse a la vorágine de emociones que Alina despertaba en él. La Liga de Caballeros Discretos observaba con interés, sabiendo que este capítulo en la vida de su fundador sería recordado como uno de los más apasionantes.
En los salones iluminados por candelabros y en los rincones oscuros de Londres, la historia de Channing y Alina se escribía con cada suspiro robado y cada confesión silenciosa. En un mundo donde los escándalos eran moneda corriente, su historia se destacaba como un relato de amor y deseo, desafiando las convenciones y dejando una marca indeleble en el tejido de la sociedad londinense.
En los recovecos de la alta sociedad londinense, Merrick St Magnus, reconocido como el más hábil seductor de la ciudad, se vio sumergido en un giro inesperado de su vida de libertinaje cuando quedó atrapado en una comprometedora situación con la hija de un conde. Para evitar un matrimonio no deseado, se vio obligado a aceptar la propuesta del conde: transformar a Lady Alixe Burke, su hija, en la soltera más codiciada de Londres y asegurarle un pretendiente adecuado.
Lady Alixe Burke, distinguida por su inclinación hacia los libros y el estudio en lugar de los bulliciosos salones de baile, representaba un desafío fascinante para Merrick. Convertirla en una mujer irresistiblemente atractiva requeriría más que habilidades sociales; demandaría una astucia que trascendiera las rígidas normas de la aristocracia.
El seductor, conocido por protagonizar los escándalos más indecentes de la alta sociedad, se embarcó en la tarea de transformar a la recatada Lady Alixe en el centro de todas las miradas. Su experiencia, sin embargo, no se limitaba a las convenciones aristocráticas; era un hábil estratega en el arte de la seducción, dispuesto a desafiar las expectativas y a tejer una red de deseo irresistible alrededor de Lady Alixe.
El reto no radicaba solo en pulir su presencia externa, sino en despertar la chispa de la pasión y el encanto que yacía latente en lo más profundo de Lady Alixe. Merrick, con su destreza sin igual, se convirtió en el arquitecto de una transformación que dejaría a la alta sociedad londinense boquiabierta.
Cautivar a los corazones de la élite social requería no solo una fachada impecable, sino también una narrativa cautivadora. Merrick, hábil en el arte de la palabra, tejió historias que resaltaban la singularidad y encanto de Lady Alixe. Cada palabra, meticulosamente seleccionada, actuaba como un imán que atraía las miradas y la atención de quienes conformaban la selecta sociedad.
En este intrincado juego de estrategia social, Merrick no solo se enfrentaba a los desafíos de la etiqueta aristocrática, sino también a la sombra de su propio pasado escandaloso. Sin embargo, en lugar de esquivar el murmullo de los salones, lo incorporó astutamente a la narrativa que construía alrededor de Lady Alixe.
El seductor se convirtió en confidente, guía y cómplice de Lady Alixe, desplegando una red de influencia que iba más allá de las apariencias superficiales. Su misión era clara: hacer que Lady Alixe no solo fuera la soltera más deseada de Londres, sino también la protagonista de su propia historia, liberándola de las ataduras de las expectativas sociales.
A medida que el plan se desarrollaba, los salones de baile y tertulias literarias se convirtieron en escenarios donde la presencia de Lady Alixe brillaba con una luz propia. Su transformación no solo desafiaba las convenciones, sino que también redefinía el concepto de belleza y atractivo en la alta sociedad.
Merrick, el maestro de la seducción y la astucia, logró más que cumplir con la oferta del conde; forjó una conexión genuina entre dos almas que, a primera vista, parecían destinadas a caminos opuestos. En el corazón de la alta sociedad londinense, donde las apariencias a menudo eclipsan la autenticidad, Merrick y Lady Alixe se erigieron como testamentos vivientes de que el verdadero encanto va más allá de la superficie.
Un virtuoso de la seducción siempre conoce el camino al corazón de una mujer
Ashton Bedevere destacaba como un consumado experto en los juegos de la seducción, capaz de desbaratar una reputación en un abrir y cerrar de ojos, superando el tiempo que un caballero común requeriría para saborear un brandy. Tras pasar unos años perfeccionando sus habilidades en el arte del cortejo en Italia, Ashe regresó a los círculos más refinados de Londres, precedido, por supuesto, por su notoria fama de sinvergüenza amante del lujo más deslumbrante. Sin embargo, sus escandalosas costumbres se vieron abruptamente truncadas por la muerte de su padre. Para reclamar su legado, el disoluto Ashe se vería obligado a embarcarse en una empresa inimaginable: ¡conseguir una esposa!
Ashton Bedevere, conocido por sus astutas artimañas y su talento para deslumbrar a las damas, se encontró repentinamente en la encrucijada de la responsabilidad conyugal. Aquel que había dominado los juegos de la pasión y el coqueteo debía ahora navegar por las aguas más tranquilas del matrimonio. Aunque la perspectiva parecía tan inverosímil como una utopía, la necesidad urgente de reclamar su herencia lo empujó a un territorio desconocido: el compromiso.
Con su reputación pendiendo de un hilo y sus costumbres libertinas ahora bajo la lupa de la sociedad, Ashton se sumergió en la búsqueda de una compañera que pudiera ser la clave para su redención. Las elegantes salas de baile y los selectos salones de té se convirtieron en escenarios donde este experto en el arte de la seducción desplegaba sus encantos de manera inesperada. La tarea de encontrar una esposa, lejos de ser una simple formalidad, se convirtió en un desafío que solo un maestro en el arte del corazón podía afrontar con destreza.
La vida de libertino quedó relegada a un segundo plano mientras Ashton se sumergía en el complicado juego de la conquista legítima. Cada palabra, cada gesto, se volvían parte de una estrategia meticulosa para ganar el corazón de una dama respetable. Las damas de la alta sociedad, acostumbradas a los halagos superficiales y a los coqueteos vacíos, se encontraron sorprendidas por la autenticidad con la que este conquistador empedernido buscaba una conexión más profunda.
A medida que la trama se desenvolvía, Ashton Bedevere, el libertino transformado, empezó a vislumbrar la posibilidad de un amor genuino. La ardua tarea de conquistar no solo el afecto, sino también el respeto de una mujer, se convirtió en un desafío personal que lo llevó a cuestionar sus propias motivaciones y a descubrir facetas desconocidas de sí mismo.
En el proceso de reforma, las extravagancias y los excesos que antes definían la vida de Ashton fueron reemplazados por gestos de sinceridad y compromiso. El brillo de las luces de la alta sociedad se desvaneció, dando paso a la luz suave de la complicidad conyugal. La transición de libertino a esposo no solo transformó la vida de Ashton, sino que también desafió las expectativas de aquellos que lo conocían como el maestro del flirteo fugaz.
Él representaba la encarnación del libertinaje...
Sus compañeros, tan desenfrenados como él en el pasado, ya habían cedido ante la cordura y se habían transformado en personas respetables. Por eso, cualquiera podría anticipar que el proscrito Riordan Barrett sería el próximo en sucumbir. Sin embargo, los finales felices no estaban destinados para él; toda la sociedad sabía que en ese cuerpo magnífico y pecaminoso no existía un solo hueso que pudiera redimirse.
Entonces, de la noche a la mañana, Riordan se vio convertido en conde y padre de dos pequeños, cuando solo tenía experiencia en el arte de la irresponsabilidad. El libertino necesitaba ayuda, y contratar a una institutriz hermosa y joven no representaría un sacrificio demasiado grande...
La delicada e inocente Maura Caulfield era la única mujer en Londres que parecía no conocer las escandalosas costumbres de Riordan. Sin embargo, eso no duraría mucho, pues él se encargaría de mostrarle lo maravilloso que podía ser sucumbir a la tentación...