Una hora cogidos de la mano y mirándose en silencio: la ‘performance’ en la que Abel Azcona ha conocido a su madre

Esta noticia ha sido escrita por Roger Casadejús Pérez.

CONTEXTO DE LA OBRA

Abel Azcona es un artista español cuya obra a menudo explora temas de identidad, abandono y el dolor personal. Nacido en Pamplona en 1988, su vida ha estado marcada por experiencias intensas y, a menudo, traumáticas, que han nutrido su arte. Azcona fue abandonado por su madre biológica poco después de nacer, y este abandono se ha convertido en un tema recurrente en su trabajo.

La performance, titulada "Encuentro", se llevó a cabo en un espacio íntimo y fue presenciada por un pequeño grupo de personas, así como documentada para un público más amplio. En ella, Azcona y su madre biológica se encontraron cara a cara por primera vez, permaneciendo en silencio durante una hora, cogidos de la mano y mirándose a los ojos.

EL SIGNIFICADO DE LA PERFORMANCE

Para Azcona, el acto de encontrarse con su madre no fue simplemente un evento personal, sino una oportunidad para explorar las complejidades del perdón, la identidad y la reconciliación. Durante la performance, el silencio jugó un papel crucial, permitiendo que ambos procesaran sus emociones sin las barreras del lenguaje.

El silencio, en este contexto, se convierte en un lenguaje propio, lleno de matices y significados. A través de él, tanto el artista como su madre pudieron comunicarse de una manera que trasciende las palabras, permitiendo una conexión más profunda y sincera.

DESARROLLO DE LA PERFORMANCE

La preparación para esta performance fue un proceso largo y emocional para Azcona. Durante meses, trabajó para localizar a su madre y organizar el encuentro, todo mientras lidiaba con sus propias emociones y expectativas. La decisión de llevar a cabo este encuentro como una performance pública fue deliberada, ya que Azcona quería compartir este momento íntimo como parte de su exploración artística.

El espacio donde se llevó a cabo la performance fue cuidadosamente escogido para crear un ambiente de intimidad y seguridad. Los asistentes, aunque presentes, mantuvieron una distancia respetuosa, permitiendo que el encuentro se desarrollara sin interrupciones.

REACCIONES Y EMOCIONES

Las reacciones a la performance fueron diversas. Algunos espectadores describieron el evento como profundamente conmovedor, destacando la valentía de Azcona al compartir un momento tan personal. Para otros, la performance planteó preguntas sobre los límites entre el arte y la vida personal, y hasta qué punto es ético exponer emociones tan crudas ante un público.

Para Azcona, la performance fue una catarsis personal. En entrevistas posteriores, ha descrito el encuentro como un paso crucial en su proceso de sanación, permitiéndole confrontar y, en cierta medida, reconciliarse con su pasado.

IMPACTO EN EL MUNDO DEL ARTE

La obra de Azcona ha sido objeto de análisis y debate en el mundo del arte contemporáneo. Su enfoque en el uso de experiencias personales como materia prima para su trabajo ha desafiado las normas tradicionales del arte performático, ampliando los límites de lo que se considera arte.

Con "Encuentro", Azcona no solo ha creado una obra de arte poderosa, sino que también ha abierto nuevas posibilidades para el arte como herramienta de sanación y reconciliación personal. La performance ha sido considerada por críticos como un ejemplo innovador de cómo el arte puede servir como un puente entre el pasado y el presente, entre el dolor y la curación.

REPERCUSIÓN MEDIÁTICA

La performance de Azcona ha capturado la atención de medios de comunicación de todo el mundo. Artículos en revistas y periódicos, así como entrevistas en televisión, han contribuido a ampliar la discusión sobre el papel del arte en la sociedad y su capacidad para abordar temas complejos y personales.

Además, la obra ha inspirado a otros artistas a explorar sus propias historias personales a través del arte, fomentando un movimiento más amplio de autenticidad y vulnerabilidad en el arte contemporáneo.

REFLEXIONES FINALES

La performance de Abel Azcona es un recordatorio poderoso de cómo el arte puede trascender lo estético para tocar lo humano. Al compartir su historia personal de una manera tan pública y vulnerable, Azcona nos invita a reflexionar sobre nuestras propias historias, sobre el poder del perdón y sobre la capacidad del arte para sanar.

En última instancia, "Encuentro" es más que una performance; es un testimonio del poder de la conexión humana y de la importancia de enfrentar nuestro pasado para poder avanzar hacia el futuro. Esta obra resuena no solo como una pieza de arte, sino como un acto de valentía y humanidad que continuará inspirando y desafiando al mundo del arte en los años venideros.