Oliver Laxe, ganador del premio del Jurado en Cannes: “Llevo deprimido desde los seis años y eso me ha llevado a hacer cine”

Esta noticia ha sido escrita por Roger Casadejús Pérez.

PRIMEROS AÑOS Y DESCUBRIMIENTO DEL CINE

Nacido en París en 1982, Oliver Laxe es hijo de inmigrantes gallegos. Desde muy joven, experimentó una sensación de extrañeza y desconexión que, según él mismo, se transformó en una depresión persistente desde los seis años. A pesar de este reto personal, Laxe encontró en el cine una vía de escape y una forma de expresión que le permitió canalizar sus sentimientos y experiencias internas.

Laxe estudió cine en la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, donde descubrió su pasión por el cine de autor y comenzó a desarrollar su propio estilo narrativo. Inspirado por cineastas como Abbas Kiarostami y Andrei Tarkovsky, Laxe se propuso crear películas que fueran tanto visualmente impactantes como emocionalmente resonantes.

EL CINE COMO TERAPIA PERSONAL

Para Oliver Laxe, el cine no solo es una forma de arte, sino también una terapia personal. En entrevistas, ha mencionado que su depresión ha sido un motor importante en su proceso creativo, permitiéndole explorar temas de aislamiento, identidad y la búsqueda de significado. A través de sus películas, Laxe ha podido exorcizar sus propios demonios internos mientras ofrece al público una ventana a su mundo interior.

FILMOGRAFÍA Y RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

PRIMEROS TRABAJOS

La carrera de Laxe despegó con su primer largometraje, "Todos vós sodes capitáns" (2010), que fue galardonado en el Festival de Cannes con el premio FIPRESCI en la sección Quincena de Realizadores. Esta película, rodada en Marruecos, refleja la relación entre un grupo de niños y un director de cine, tocando temas de cultura y comunicación.

"MIMOSAS" Y EL PREMIO DEL JURADO EN CANNES

En 2016, Laxe estrenó "Mimosas", una obra que consolidó su reputación en el circuito internacional de festivales. La película, que combina elementos de western con misticismo, sigue a un grupo de hombres que transportan el cuerpo de un santo a través de las montañas del Atlas en Marruecos. "Mimosas" recibió el premio de la Semana de la Crítica en Cannes, confirmando a Laxe como una de las voces más innovadoras del cine contemporáneo.

"O QUE ARDE" Y EL REGRESO A GALICIA

Su tercer largometraje, "O que arde" (2019), marcó el regreso del director a sus raíces gallegas. La película narra la historia de un pirómano que regresa a su hogar en las montañas de Galicia tras salir de prisión. "O que arde" no solo fue aclamada por su belleza visual y su narrativa sensible, sino que también le valió a Laxe el premio del Jurado en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes. Esta obra reafirma su capacidad para transformar paisajes y emociones en poesía cinematográfica.

IMPACTO PERSONAL Y VISIÓN ARTÍSTICA

Oliver Laxe no solo ha sido un testimonio de cómo el arte puede surgir del dolor, sino que también ha mostrado cómo las experiencias personales pueden enriquecer la obra de un artista. A través de su cine, Laxe invita al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana, la naturaleza y el paso del tiempo.

A pesar de las sombras de la depresión, Laxe ha encontrado una luz en su vida y obra, utilizando el cine como una herramienta para explorar la espiritualidad y la redención. Su enfoque visual y narrativo único refleja su deseo de conectar con el público a un nivel profundo y emocional.

CONCLUSIÓN

Oliver Laxe es un cineasta cuya carrera ha estado profundamente influenciada por sus experiencias personales de depresión y búsqueda de identidad. Desde sus primeros años hasta su reconocimiento en el escenario internacional, Laxe ha utilizado el cine como un medio para explorar y compartir su visión única del mundo. Sus películas, marcadas por una profunda sensibilidad y una estética cuidada, continúan inspirando a audiencias alrededor del mundo, demostrando que del dolor pueden surgir obras de arte verdaderamente extraordinarias.

En última instancia, la historia de Oliver Laxe es un recordatorio poderoso del poder del arte para sanar y transformar, tanto al creador como al espectador. A través de su cine, Laxe no solo ha encontrado su propia voz, sino que también ha ofrecido al mundo una mirada sincera y conmovedora a la condición humana.