Libros de Mariana Enríquez
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❤️ Biografía de Mariana Enríquez
Mariana Enríquez vino al mundo en Buenos Aires, Argentina, en el año 1973. Obtuvo su licenciatura en Comunicación Social en la prestigiosa Universidad Nacional de La Plata. En el ámbito periodístico, ha dejado su huella como subeditora del suplemento y ha contribuido en publicaciones destacadas como Radar del diario Página/12, así como en revistas de renombre como TXT, La Mano, La Mujer de mi Vida y El Guardián. Además, ha dejado su marca en el mundo radiofónico participando en el programa Gente de a pie, transmitido por Radio Nacional.
Como talentosa escritora, Mariana Enríquez dio inicio a su carrera literaria con la publicación de su primera novela, "Bajar es lo peor", cuando apenas tenía 21 años. Esta obra fue solo el comienzo de una prolífica carrera que incluye títulos destacados como "Cómo desaparecer completamente" (2004) y "Chicos que vuelven" (2011), así como el aclamado libro de relatos "Los peligros de fumar en la cama" (2009).
En el ámbito ensayístico, Enríquez también ha dejado una marca indeleble con obras como "Mitología celta" (2007), "Alguien camina sobre tu tumba: Mis viajes a cementerios" (2013) y "La hermana menor, un retrato de Silvina Ocampo" (2014).
Dentro del selecto grupo de la "nueva narrativa argentina", Mariana Enríquez ha destacado notablemente gracias a su maestría en el género del terror. Su habilidad para atrapar al lector en historias sobrecogedoras le ha valido reconocimientos y premios. En 2017, fue galardonada con el Premi Ciutat de Barcelona en la categoría de "Literatura en lengua castellana" por su impactante obra "Las cosas que perdimos en el fuego". Y en 2019, su genio creativo fue nuevamente reconocido al alzarse con el prestigioso Premio Herralde de la Editorial Anagrama por su última novela, "Nuestra parte de noche".
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Mechi trabaja en el Centro de Gestión y Participación de Parque Chacabuco. Su labor consiste en mantener al día el registro de niños extraviados y desaparecidos en la ciudad de Buenos Aires. Es un trabajo rutinario, que lleva a cabo en una oficina situada bajo la autopista, rodeada por un constante zumbido.
Sin embargo, un día todo cambia: Vanadis, una joven desaparecida a los catorce años, por quien Mechi sentía un interés particular debido a su belleza y su inusual nombre, regresa de repente.
Este suceso marca el inicio de una serie de regresos de jóvenes que habían estado ausentes durante años. Pero hay un detalle inquietante: estos chicos reaparecen en exactamente las mismas condiciones en las que desaparecieron, con la misma edad, complexión física e incluso la misma vestimenta.
La impactante obra periodística de Mariana Enríquez, un viaje íntimo entre sus pasiones literarias y musicales.
Este compendio reúne la prolífica obra periodística de Mariana Enríquez, donde su estilo potente y vibrante nos sumerge en un universo donde convergen sus grandes amores: la literatura y la música. A través de estas páginas, nos encontramos con relatos que van desde entrevistas con figuras legendarias como Charly García hasta reflexiones sobre las obsesiones cotidianas de los porteños con la autora.
En este fascinante recorrido, Enríquez comparte piezas personales que nos adentran en sus primeros pasos como escritora, sus reflexiones sobre la identidad femenina, su elección de no ser madre y su exploración del erotismo homosexual. Además, nos brinda espléndidos retratos de icónicos escritores como Bram Stoker, Mary Shelley, Lovecraft, Bradbury, Le Guin, Ballard, Richard Matheson y Neil Gaiman.
El libro también nos sumerge en el universo de las novelas vampíricas y las temáticas sado de Anne Rice, nos presenta figuras excéntricas como Hubert Selby Jr., Kenneth Anger, Joe Dallesandro y Mark Ryden, y nos lleva de la mano por la historia de la música a través de nombres como Guy Clark, Townes Van Zandt, Bruce Springsteen, los Rolling Stones, David Bowie, Kurt Cobain, Nick Cave y los Manic Street Preachers.
Además, Enríquez nos introduce en el mundo del cine y la actuación, explorando las figuras de Asia Argento, Jared Leto y Daniel Day-Lewis, y nos invita a reflexionar sobre los mitos femeninos encarnados en Sylvia Plath, Nahui Olin y Kate Moss. En resumen, este libro se convierte en una lectura imprescindible tanto para los seguidores de Enríquez como para cualquier amante del periodismo vibrante y la buena literatura.
Mariana Enríquez ha explorado un sendero literario único, adentrándose en lo macabro y lo desconocido para establecerse en un terreno poco transitado dentro de la literatura argentina. Su estilo cautiva con su oscuridad inquietante y adictiva.
En "Éste es el mar", Enríquez nos sumerge en ritos de pasaje, donde adolescentes se obsesionan con estrellas del rock, y en inframundos habitados por seres que conspiran para que figuras como Kurt Cobain, Sid Vicious y Jim Morrison mueran repentinamente y pasen a la historia. En esta obra, la autora redefine los límites de la escritura, explorando lo macabro con una prosa que seduce y perturba.
Enríquez es maestra en tejer narrativas que desafían lo convencional, llevando al lector a explorar los rincones más oscuros de la psique humana. Sus historias son un viaje hacia lo desconocido, donde lo monstruoso y lo fascinante se entrelazan de manera magistral.
Cada página de sus obras es una invitación a sumergirse en un universo donde lo sobrenatural y lo cotidiano convergen, creando una atmósfera única que atrapa al lector desde el primer párrafo.
Con "Éste es el mar", Mariana Enríquez consolida su posición como una de las voces más originales y provocativas de la literatura contemporánea argentina. Su capacidad para explorar lo macabro con una prosa envolvente la coloca en un lugar privilegiado dentro del panorama literario actual.
Mariana Enríquez nos lleva de paseo por los cementerios del mundo entero: una invitación fascinante que va más allá de lo tenebroso.
Este libro recopila una serie de crónicas de viajes muy singulares por distintas partes del mundo. La autora viaja por países y continentes con un propósito particular y quizás poco común: visitar cementerios.
En estas páginas desfilan camposantos célebres y cargados de historia como el de Montparnasse en París, el de Highgate en Londres o el cementerio judío de Praga, así como otros más remotos, deteriorados, distantes o secretamente hermosos. Se nos presentan tumbas de personajes famosos, como la de Elvis en Memphis o la de Marx en Londres, epitafios extravagantes, esculturas dolorosas, ángeles seductores, huellas de vudú en Nueva Orleans, escritores románticos, criptas góticas, catacumbas, esqueletos, vampiros, fantasmas y una infinidad de leyendas e historias: el poeta enterrado de pie, la tumba del fiel caballo, el cementerio inundado...
Publicado inicialmente por la editorial Galerna en Argentina en 2014, esta edición incluye nuevos recorridos, aumentando de dieciséis a veinticuatro los cementerios originales. Este libro tan peculiar puede tener un toque macabro, pero va más allá, con su dosis de humor, sus referencias literarias y su crónica desinhibida de aventuras personales que incluyen la búsqueda en La Habana del misteriosamente desaparecido guitarrista de los Manic Street Preachers.
Una propuesta heterodoxa y brillante que nos anima a explorar los secretos de los cementerios y que además sirve como introducción al universo literario de Mariana Enríquez, quien se ha consolidado como una autora fundamental en la literatura de terror del siglo XXI.
Silvina Ocampo, la maestra de los relatos envolventes
La pluma de Silvina Ocampo ha tejido historias que trascienden el tiempo, sumergiendo a lectores en un universo de fascinación y misterio. Esta destacada escritora argentina, proveniente de una familia aristocrática, ha dejado una huella imborrable en la literatura en español. Sus libros, descritos por Roberto Bolaño como emanados de una cocina literaria impecable, revelan la genialidad de una mente creativa y singular.
Detrás de la pluma de Ocampo se esconde un sinfín de mitos que han rodeado tanto su obra como su vida personal. Su relación con Adolfo Bioy Casares, su peculiar amistad con Jorge Luis Borges, quien frecuentaba su hogar cada noche, y los rumores sobre romances con figuras como la poeta Alejandra Pizarnik, han alimentado el interés en su vida privada. Además, se ha especulado sobre sus inquietantes premoniciones y sus complejas relaciones familiares, en especial con su hermana mayor, Victoria Ocampo.
En su obra "La hermana menor", Mariana Enríquez desentraña estos mitos con minuciosidad, utilizando una amplia gama de fuentes bibliográficas y testimonios de personas cercanas a la autora. Enríquez nos ofrece un retrato emocionante de esta mujer enigmática, explorando con intensidad su vida oculta tras el velo del anonimato. Silvina Ocampo emerge así como una figura entrañable y oscura, dotada de una inteligencia aguda y una perversidad sutil. Su imaginación desbordante la consagra como una de las mejores cuentistas del Río de la Plata, cautivando a lectores con relatos que perduran en la memoria colectiva.
Un calor implacable. Una noche que se extiende en la oscuridad. La rebeldía de la adolescencia y las primeras experiencias.
Leemos: "No había mucho más que hacer ese verano". A partir de ahí, se despliega una historia inmensa que se abre a tantas posibilidades como lecturas: crisis y memoria de una dictadura, incógnitas e inquietudes, desencanto y búsqueda. Personajes que se ahogan y dudan. Asesinos en serie, lo siniestro y la enfermedad. Música y sus consecuencias.
Esto es lo que Mariana Enríquez –cuya habilidad para distorsionar la realidad no deja de asombrar y cautivar a numerosos lectores– nos ofrece en este libro, ilustrado por Helia Toledo, con un debut editorial espectacular que no solo dialoga con el texto, sino que lo lleva a más formas de mirarlo y de leerlo.
La ópera prima de Mariana Enríquez: tres adolescentes exploran los abismos de las drogas, la destrucción y el amor.
En el Buenos Aires nocturno, sórdido y vibrante de los años noventa del siglo pasado, dos figuras se desplazan entre las sombras: Facundo, un joven de una belleza inalcanzable que se ve obligado a prostituirse para subsistir, temeroso de las pesadillas que lo acechan en la oscuridad de la noche; y Narval, un muchacho perseguido por sombras y alucinaciones macabras. Carolina, una figura inestable, completa el trío, adentrándose en los abismos de las drogas, la violencia, la destrucción y el amor.
Escrita a la temprana edad de diecinueve años y publicada en 1995, cuando la autora tenía apenas veintiuno, esta primera incursión literaria de Mariana Enríquez fue durante años una obra descatalogada que, con el tiempo, se convirtió en objeto de culto.
Adentrarse ahora en la lectura de "Bajar es lo peor" nos permite sumergirnos en los orígenes de la potente pluma de Enríquez y constatar cómo, desde su debut como narradora, ya se vislumbran muchas de las obsesiones que moldearán su universo literario. Sin embargo, el rescate de esta obra va más allá de meras razones arqueológicas, pues, al adentrarse en sus páginas, se descubre que no se trata en absoluto de una típica novela primeriza. Es más bien una novela vampírica sin vampiros, una novela gótica desprovista de castillos embrujados, impregnada de un malditismo que evoca a Baudelaire y Rimbaud, con una banda sonora que resuena con los ecos del rock underground, dark y punk.
Es un híbrido, como la propia autora confiesa en el prólogo, entre "Mi Idaho privado" de Gus Van Sant y "Entrevista con el vampiro". Pero, por sobre todo, es una oscura y fascinante historia de adolescentes convertidos en ángeles caídos, donde se entrelazan la muerte y la belleza.
El universo de Mariana Enríquez no tiene por qué coincidir con el nuestro, sin embargo, logra traspasar esa barrera de lo ajeno para adentrarse en lo íntimo. Con apenas unas cuantas frases, nos sumerge en un mundo donde lo cotidiano se convierte en pesadilla, dejando al lector atónito, inquieto por relatos e imágenes que se quedan grabados en la mente.
Las autodenominadas "mujeres ardientes", manifestándose contra una forma extrema de violencia doméstica que se viraliza; una estudiante que se arranca las uñas y las pestañas, y otra que intenta ayudarla; los años de apagones impuestos por el gobierno, donde tres amigas se intoxican hasta la muerte; el infame asesino en serie apodado Petiso Orejudo, con tan solo nueve años; hikikomori, magia negra, celos, desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o embrujados...
En estos once cuentos, el lector se ve obligado a abandonarse a sí mismo para adentrarse en las aventuras e investigaciones de cuerpos que desaparecen o resurgen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, un policía o un guía turístico, los protagonistas luchan por dar voz a seres socialmente invisibles, explorando así el peso de la culpa, la compasión, la crueldad, las dificultades de la convivencia y un terror tan profundo como verosímil.
Mariana Enríquez se erige como una de las narradoras más valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo dentro de la nueva literatura argentina, protagonizada por escritores nacidos durante la dictadura, sino en la literatura global. Enríquez transforma los géneros literarios en herramientas narrativas, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la crónica y el humor, ahondando con dolor y belleza en las raíces, las llamas y las sombras de toda existencia.
Doce relatos que sumergen lo aterrador en lo cotidiano, transformando lo familiar en escalofriante. Mariana Enríquez nos presenta un volumen de cuentos perturbadores que llevan el género del terror a nuevos horizontes.
Una niña desentierra huesos en el jardín, descubriendo que no pertenecen a ningún animal; unas chicas disfrutan de un día veraniego en un paraje natural, pero la envidia las lleva a un oscuro destino; un mendigo despreciado siembra el caos en un barrio adinerado; Barcelona se convierte en un escenario marcado por la culpa y la imposibilidad de escapar; un balneario es visitado por una presencia fantasmal en busca de un sacrificio; una joven desarrolla una atracción fetichista por los corazones enfermos; un rockero fallecido recibe un homenaje más allá de lo imaginable; un chico que filma secretamente encuentros íntimos y mujeres en tacones recibe una propuesta que cambiará su vida.
En estos doce magníficos relatos, Mariana Enríquez despliega todo su arsenal del terror clásico: espectros, brujas, sesiones de espiritismo, visiones, muertos que vuelven a la vida... Pero no se conforma con una mera revisión del género, sino que lo reinventa con una voz propia y moderna. A través de historias que exploran lo siniestro en lo cotidiano, con un erotismo turbio y poderosas imágenes que dejan una marca imborrable.
Quienes quedaron cautivados por "Las cosas que perdimos en el fuego" ahora tienen en sus manos un libro anterior de Mariana Enríquez, donde se perfila claramente el universo de una autora que se conecta con los grandes maestros del terror moderno como Shirley Jackson, Thomas Ligotti o su compatriota Cortázar. Enríquez se adentra en los abismos del alma humana, en las corrientes subterráneas de la sexualidad y la obsesión...
La herencia, el deseo de pervivir, la paternidad, el horror, lo íntimo y lo político convergen en esta novela audaz y libre, hechizante y genial.
A lo largo de las páginas, seguimos a un padre y su hijo en un viaje a través de Argentina, desde Buenos Aires hasta las majestuosas cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Es una travesía marcada por los años de la junta militar, donde los controles de soldados armados y la tensión en el ambiente son palpables. El hijo, Gaspar, es protegido por su padre de un destino que parece haber sido predestinado. La muerte poco clara de la madre, en un accidente que suscita interrogantes sobre su verdadera naturaleza, agrega un halo de misterio a la trama.
Gaspar, al igual que su progenitor, está destinado a ser un médium en una sociedad secreta conocida como la Orden, la cual busca contactar con la Oscuridad en su búsqueda de la vida eterna mediante rituales atroces. Sin embargo, el precio que pagan estos médiums, dotados de habilidades especiales, es alto: un desgaste físico y mental rápido e implacable.
Los orígenes de la Orden se remontan a siglos atrás y están ligados a la poderosa familia de la madre de Gaspar. Desde el corazón de África hasta Inglaterra y luego hasta Argentina, el conocimiento de la Oscuridad ha sido transmitido a lo largo de generaciones.
En esta obra, el lector se encuentra con casas cuyos interiores mutan, pasadizos que ocultan monstruos inimaginables, rituales con sacrificios humanos feroces y extáticos, andanzas por el Londres psicodélico de los años sesenta, donde la madre de Gaspar conoció a un joven cantante de aire andrógino llamado David.
También se exploran temas como los párpados humanos convertidos en fetiches, enigmáticas liturgias sexuales, la compleja relación entre padres e hijos marcada por una herencia atroz y, en el trasfondo, la represión de la dictadura militar, los desaparecidos y la incertidumbre ante la llegada de la democracia, así como los primeros brotes del sida en Buenos Aires.
El terror sobrenatural se entrelaza con terrores palpables en esta novela perturbadora y deslumbrante, que consagra a Mariana Enríquez como una escritora fundamental en el panorama de las letras latinoamericanas del siglo XXI.
Aventurarse en las páginas de este libro provocará un estremecimiento que recorrerá tu espalda, y mucho más. Son doce cuentos de horror, doce relatos sobre el terror: sobre el mal que acecha y los monstruos que surgen repentinamente en la realidad más cotidiana, ya sea en grandes ciudades o en pequeños pueblos apartados.
En uno de los cuentos, una mujer mantiene a raya a los fantasmas que deambulan por un barrio periférico de Buenos Aires; entre ellos, los de su madre fallecida a causa de una enfermedad dolorosa, los de unas adolescentes asesinadas en la calle, el de un ladrón sorprendido en pleno robo y el de un chico que escapaba de un secuestro exprés. En otra historia, una pareja alquila una casa para pasar unas vacaciones en un pueblo que ha ido perdiendo habitantes desde que dejó de pasar el tren; visitan la estación abandonada y se encuentran con la exposición de los inquietantes lienzos de un artista local, pero lo verdaderamente aterrador será conocer al autor de esas pinturas.
En otra pieza, los voluntarios de una ONG que distribuye comida en barrios marginales son perseguidos por unos niños de terroríficos ojos negros. En otra, una periodista que investiga la historia de una chica desaparecida en un hotel en Los Ángeles, cuyas espeluznantes imágenes se difundieron por internet, termina enfrentándose a otra leyenda de la ciudad…
Después de su monumental y aclamada novela "Nuestra parte de noche", Mariana Enríquez regresa al relato y demuestra que sigue en plena forma como una gran continuadora y renovadora del género de terror, al que ha elevado a las más altas cotas literarias. Partiendo de la tradición −desde las novelas góticas hasta Stephen King y Thomas Ligotti−, la escritora explora nuevos senderos, nuevas dimensiones.