Libros de Jesús B. Vilches
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❤️ Biografía de Jesús B. Vilches
Jesús Barona Virges (Córdoba, España, diciembre de 1976).
Escritor con una notable carrera en la fantasía épica. Recibió el premio "Escritor de Apocalipsis en Literatura Fantástica" de la ciudad de Málaga en 2009 por el primer volumen de su saga épica "El Enviado"; "La Flor de Jade", que fue publicada por una editorial tradicional en 2009 y pasó a una editorial independiente en 2011, es el resultado de los estudios de historia del arte e historia combinados con el talento literario.
Desde entonces, junto con el ilustrador Javier Charo, se ha convertido en un apasionado defensor en Madrid del nuevo modelo de edición independiente, de los formatos digitales y de la relación estrecha con los lectores sin intermediarios. Este compromiso se ha traducido en una política de precios bajos para las obras digitales y en una serie de acciones e intervenciones en línea que defienden la libertad de los autores para gestionar directamente sus obras, como una alternativa viable y digna a la edición tradicional.
"Flor de Jade" es su obra maestra, una epopeya de concepción clásica que destaca en el género por su profundo trabajo de personajes, su trama y su ritmo. La solidez de la obra se basa en más de una década de construcción, con cinco volúmenes ya publicados y un sexto volumen a la espera de completar la ópera épica del autor.
En el ámbito literario, se aventuró en la ficción histórica romántica con la serie "Irene", planificada desde el principio en el formato "por entregas" de tiempos pasados.
También ha trabajado estrechamente con los ilustradores Luis y Rómulo Royo en el complejo proyecto Malefic Time y ha escrito la novela Codex Apocalypse, publicada por Norma Editorial, que completa la visión del libro ilustrado.
En el campo de la poesía, ha publicado los poemarios Latidos y Antes gritará el silencio, entre otros.
Todas las obras están disponibles en formato digital e impreso en los principales portales de venta del mercado como Amazon, GooglePlay, AppleStore, Barnes&Nobles, KoboBooks y otros portales menores.
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Este compendio poético se presenta como un compás de "latidos", instantes diminutos forjados en las noches insomnes entre 2009 y 2010. En sus recovecos y esquinas se ocultan nuestros encuentros fugaces, y en su tejido se entretejen las voces sigilosas que conforman el diálogo velado de un amor pintado con trazos de lo imposible. Sin embargo, el amor, como bien sabemos, siempre encuentra su resquicio de posibilidad.
Este es el primer tomo de una obra de envergadura, donde la selección de "Latidos" sumerge al lector en un pulso poético saturado de climas. Profundo, sensitivo y rebosante de la lírica ternura característica del autor. Adentrarse en el verso de Vilches es como emprender un viaje a la deriva en un océano de intensidad emocional palpable. Una poesía potente que impacta directamente en el corazón.
Durante esas madrugadas inquietas, Vilches logra plasmar en sus versos la esencia misma de esos pequeños instantes que componen el tapiz de la vida. Cada palabra resuena como un latido, cada verso cuenta la historia silente de encuentros efímeros que se deslizan entre las sombras de la noche.
La selección de "Latidos" no solo es un mero conjunto de poemas, sino un testimonio íntimo de las emociones entrelazadas en un ballet poético. Vilches, con maestría, logra capturar la esencia de lo efímero, transformando lo aparentemente insignificante en una sinfonía de sentimientos.
La obra nos sumerge en un universo donde las palabras son pinceles que delinean paisajes emocionales. Cada estrofa es un lienzo en el que se plasman las luces y sombras de un amor que, aunque pintado con tintas de imposibilidad, encuentra su razón de ser en la perpetua danza de los latidos.
Al sumergirse en este volumen, el lector se ve envuelto en una experiencia poética que va más allá de la mera lectura. Es un viaje sensorial donde las palabras acarician el alma y despiertan los sentidos. El pulso poético de Vilches es como un latido compartido, una conexión entre el autor y el lector que trasciende las páginas del libro.
Tomo dos del conjunto poético que se inauguró con Latidos. Versos que emergen en las noches insomnes, en los silencios profundos, en los reflejos que danzan, en las cadenas de latidos que se entrelazan tras la ventana. Un sueño que se antoja imposible, pero que invita a ser soñado con los ojos bien abiertos.
En este segundo compendio, las palabras danzan como luciérnagas en la penumbra, iluminando los recovecos de la noche. La insomne madrugada se convierte en cómplice de los versos, tejida en un tapiz de silencios que hablan más allá de las palabras.
Los reflejos se convierten en espejos del alma, capturando momentos efímeros que se deslizan entre las sombras. La ventana, testigo mudo de las emociones, se convierte en un lienzo donde los latidos pintan paisajes de emociones intensas.
Las cadenas de latidos, como notas musicales, componen una melodía que solo el corazón puede entender. Cada pulsación es un eslabón que une el ayer con el presente, creando una sinfonía única que resuena en la quietud de la noche.
Este poemario es un viaje a lo más profundo del ser, una exploración de los rincones secretos que solo se revelan en la oscuridad. Las palabras, como pinceles, delinean paisajes emocionales, creando imágenes que perduran en la mente del lector.
En cada verso, la dualidad del sueño y la vigilia se entrelaza, creando un tejido poético que desafía las fronteras de la realidad. Soñar despierto se convierte en un acto de rebeldía contra lo imposible, una afirmación de que los sueños pueden florecer incluso en las horas más sombrías.
La madrugada, con sus misterios y sus susurros, se convierte en el escenario perfecto para estos poemas. El insomnio se transforma en un portal hacia la introspección, donde los pensamientos danzan libremente en la penumbra de la mente.
En este segundo volumen, cada palabra es cuidadosamente seleccionada, cada frase esculpida con precisión. El lenguaje se convierte en un instrumento afinado, resonando en la conciencia del lector y dejando una impresión imborrable.
Así, este poemario se erige como una obra única, una sinfonía de emociones plasmada en palabras. En cada página, el lector se sumerge en un universo de sensaciones, donde la poesía se convierte en un espejo que refleja las complejidades del alma humana.
En conclusión, este segundo tomo del corpus poético es más que una colección de versos; es una invitación a explorar los rincones más profundos de la existencia a través de la lente poética. Un viaje que trasciende las palabras y se sumerge en la esencia misma de lo que significa ser humano.
Este poemario traza el mapa de los silencios entre cada palpitar y el amanecer. Contiene los ecos, sus resonancias. Son las marcas de un sueño que apenas esbozó su existencia. Que teñó mi alma con los colores más radiantes y la dejó desnuda para siempre. Estos versos son pura expresión de silencio. Sus espinas son inevitables, recordándome, como todas, que viví con intensidad cada momento tras aquel espejo donde todo parecía demasiado hermoso para ser real.
Podría ser la última página escrita de ese libro con un final apresurado, casi vertiginoso. Dicen que esa última parte llega solo con la muerte, que siempre estamos escribiendo. Sin embargo, este libro permanece cerrado. Abrir sus páginas solo se concede como un acto de recuerdo, permito que otras manos, distintas a las mías, se sumerjan en esos sentimientos. Aquí están las huellas profundas. Las imborrables. Aquellas que nos recuerdan que existimos y que cada momento vivido, incluso en la dolorosa adversidad, valió la pena.
Estas palabras son más que simples letras enlazadas; son el eco de los susurros del alma, el testimonio de una travesía que deja cicatrices tan profundas como indelebles. Cada palabra es un pétalo de la flor efímera de la existencia, una nota en la sinfonía de la vida. Los silencios entre los versos hablan más allá de las palabras, revelando secretos que solo aquellos dispuestos a escuchar con el corazón pueden descifrar.
En este rincón de la literatura, los colores de la experiencia se entrelazan, creando un lienzo de emociones que despiertan la sensibilidad más profunda. El poema es un espejo donde el autor se refleja, pero también es una ventana a través de la cual los lectores pueden asomarse a su propio ser.
Cada instante, aunque a veces doloroso, se vuelve una joya en la corona de la existencia. Las páginas cerradas de este libro contienen no solo palabras, sino fragmentos de vida que resuenan en la eternidad. Son testimonios de amor, pérdida, triunfos y caídas, todos entrelazados en una danza poética que captura la esencia misma de ser humano.
Así, cerramos este libro con gratitud por la intensidad de cada palabra, por la riqueza de cada emoción plasmada. Que estas líneas, como un eco eterno, resuenen en el corazón de quienes se aventuren a explorarlas, recordándonos que la verdadera belleza reside en la autenticidad de nuestras experiencias.
El año 2012 se manifestó como un período de conjuro de demonios.
Existe un momento en el que la oscuridad se cierne y parece impenetrable. Luego, tras la tormenta, al ser consciente de que los eventos, las personas y los recuerdos que ensombrecieron el horizonte ya no tienen la capacidad de causar dolor, llega la desorientación de un nuevo cielo despejado. Un mar sin puntos de referencia.
Muchos de estos poemas son precisamente eso: estrellas fugaces en el firmamento. Instantes a los que aferrarse con la desesperación de un naufrago. Son versos de deriva, de búsqueda, de intentos desesperados de regeneración. Una historia inacabada para reconocerse de nuevo en los espejos, de clamor por regresar a sí mismo y de quimeras, muchas quimeras en el horizonte con disfraz de espejismo y fuego fatuo, con nombre y cuerpo de mujer.
Son esbozos, simples conjuros, intentos de evitar que el poeta muera en la trinchera… porque el poeta, a pesar de todo, se resistió a morir.
"Antes gritará el silencio" cierra la trilogía de poemarios compuesta por "Latidos", "Madrugadas", "Espinas" y "Silencios"; y abre la puerta a una nueva etapa aún por escribirse.
En este conjunto lírico, cada palabra se convierte en la chispa que enciende la llama de la resistencia. Los poemas, como estrellas fugaces, iluminan el cielo de la desesperación con destellos de esperanza. Después de la tormenta, el poeta emerge, consciente de que su voz, sus versos, son la brújula que guía hacia un horizonte renovado.
La trilogía, conformada por "Latidos", "Madrugadas", "Espinas" y culminando con "Silencios", no solo representa la lucha contra la oscuridad, sino también el renacimiento del poeta ante la adversidad. Cada verso es un acto de resistencia, un conjuro para mantener viva la llama de la expresión en medio de la trinchera emocional.
"Antes gritará el silencio" actúa como el epílogo, cerrando un capítulo pero dejando la puerta abierta a un nuevo comienzo. Este poemario no es solo el final de una etapa, sino el prólogo de una narrativa aún por escribirse. El silencio, que alguna vez amenazó con ser el vencedor, ahora se ve desafiado a gritar antes de que la palabra poética lo eclipse por completo.
Así, estos versos no son solo un reflejo del pasado, sino una brújula que señala hacia el futuro. Cada palabra es un pilar en la construcción de una identidad renovada. La travesía del poeta, plasmada en estos poemas, se convierte en un faro para aquellos que buscan luz en medio de la oscuridad.
La esencia de un escritor se revela verdaderamente a través de sus historias, especialmente aquellas que permanecen en la penumbra. A lo largo de los años, en diversos géneros y estilos, destapamos las facetas desconocidas de Vilches. Ciencia ficción, terror, poesía e incluso experimentación textual convergen en este compendio, invitando a los lectores a explorar los rincones ocultos de un autor que aún reserva mucho por desvelar.
Cada relato se presenta con un breve prólogo que sirve como brújula a lo largo de las distintas etapas y momentos de una literatura que despliega matices singulares en cada registro. Solo queda embarcarse en este viaje, recorriéndolo de principio a fin.
El universo literario de Vilches se manifiesta de manera diversa, y es en esta amalgama de géneros donde descubrimos su destreza narrativa. La ciencia ficción, por ejemplo, se convierte en un lienzo donde la imaginación del autor cobra vida, transportando a los lectores a mundos futuristas y provocadores.
En el terror, Vilches despliega su maestría al tejer narrativas que envuelven al lector en un manto de suspenso. Cada palabra cuidadosamente seleccionada es como un escalofrío que recorre la espina dorsal, revelando un dominio excepcional del género.
La poesía, por otro lado, se convierte en el refugio íntimo donde Vilches vierte sus emociones en versos cuidadosamente construidos. Cada poema es una ventana a su alma, permitiendo a los lectores adentrarse en los matices más profundos de su ser.
Los textos experimentales, en su singularidad, destacan la audacia de Vilches al desafiar las convenciones literarias. Cada palabra, cada estructura, es un paseo por terrenos inexplorados, mostrando un lado del autor que se atreve a ir más allá de lo convencional.
El volumen se erige como un testimonio vivo de la evolución literaria de Vilches, con cada relato sirviendo como un hito en su viaje creativo. Los pequeños prólogos que preceden a cada obra no solo son meras introducciones, sino más bien llaves que abren las puertas a la comprensión más profunda de la obra.
Al explorar estas historias, nos sumergimos en un mundo donde la narrativa de Vilches se despliega en toda su gloria. Cada página es una invitación a descubrir los secretos ocultos en las palabras, a desentrañar los misterios tejidos con maestría por este hábil narrador.
Había conservado su figura juvenil cuando se acercó a mí. Era de estatura reducida. Una mujer, apenas en la plenitud de su feminidad, pero en sus ojos residía una fuerza que solo se encuentra en las almas de aquellos que poseen la habilidad de transformar a quienes se cruzan en su camino.
Su voz, dulce como el néctar de la palmera, resonaba con temperancia. Exhibía un matiz peculiar de gravedad contenida. Su juventud tan solo realzaba su firme personalidad. Su supuesta fragilidad solo ofrecía razones para percibirla aún más intensa.
Poseía una capacidad para entregarse con pasión que rivalizaba únicamente con la convicción de su alma. Un atractivo irresistible que equilibraba su manifiesta juventud con una potencia desconocida e improbable para sus años.
Apenas la tuve frente a mí, supe que estaba ante una mujer de esas que resulta difícil de olvidar. Una mujer capaz de herir, de penetrar profundo.
Era la clase de mujer por la cual un hombre mataría y se dejaría morir sin titubear.
Era la menos indicada. No puedo concebir a una mujer más alejada de estos propósitos. Siendo sincero, casi me cuesta llamarla mujer. Apenas es aún una niña. Y no se parece a ninguna otra ni guarda semejanzas con lo que yo podía conocer como tal. Me observo en el espejo con mis canas incipientes, con la carga de las experiencias pasadas a mi espalda, mis responsabilidades de título y renombre… y luego me veo como un chiquillo emocionado al que el corazón le late demasiado deprisa.
Esto solo puede ser sueño o fantasía, absurda fábula de bardo, algo demasiado hermoso de creer para ser cierto. ¿Cuánto va a tardar en cansarse, en gastarse el extraño hechizo de aquella cabaña? ¿Cuánto vas a tardar, temeroso de perder tan brillante tesoro en ponerle una cerca dorada alrededor? Si aún no la tienes, si casi solo posees, Iván, el eco de un beso palpitando en tus labios, el oleaje de su piel batiendo las costas de la tuya, pero no la tienes… ¿cuánto vas a tardar en perderla? Porque vas a perderla… y lo sabes.
En el mundo del amor, las apariencias pueden ser engañosas. Así es como comienza esta historia, en un rincón donde la lógica se desdibuja y los corazones laten fuera de compás. Él, con la madurez que solo da el tiempo, observa a esa joven que parece estar en las antípodas de su propio mundo. Sin embargo, el destino tiene una manera curiosa de entrelazar los hilos del amor, llevando a dos almas aparentemente dispares a un encuentro que desafía todas las expectativas.
Ella se convierte en el centro de su atención. Aunque las apariencias sugieren un abismo generacional, él se contempla a sí mismo con canas incipientes y una vida marcada por las experiencias acumuladas. La responsabilidad, el renombre y la carga de los años no hacen más que resaltar la discrepancia entre ambos. Sin embargo, como en un espejismo, se ve a sí mismo como un joven emocionado cuyo corazón late acelerado.
La duda se cierne como una sombra sobre este idilio inesperado. ¿Es acaso un sueño fugaz o una fantasía que desafía la lógica? ¿Puede florecer el amor entre dos seres que aparentemente pertenecen a mundos diferentes? Estas preguntas resuenan en la mente de Iván, quien se enfrenta a la dualidad de su propia percepción. La cabaña, escenario de este encuentro, parece teñida por un hechizo peculiar, un encanto que despierta interrogantes sobre la duración de tan extraordinario romance.
La reflexión se torna introspectiva, cuestionando el temor latente de perder un tesoro tan brillante. Iván, consciente de la inevitable realidad, se plantea la necesidad de erigir una cerca dorada alrededor de este vínculo singular. ¿Cuánto tiempo transcurrirá antes de que la inexorable naturaleza del tiempo y las circunstancias desvanezcan la magia de este idilio? Las palabras flotan en el aire como una advertencia silenciosa: "Porque vas a perderla... y lo sabes."
En este cuadro emocionalmente complejo, se entreteje la trama de un amor que desafía convenciones. Los besos, eco resonante en los labios de Iván, y las olas de la piel de ella chocando contra las costas de la suya, forman un lienzo de emociones intensas. Sin embargo, la sombra del inevitable desenlace se proyecta, recordándole a Iván la efímera naturaleza de esta conexión aparentemente atemporal.
Así, en la encrucijada de la realidad y la fantasía, en el crisol de la madurez y la juventud, Iván se enfrenta a la paradoja de un amor que parece destinado a desvanecerse. La cabaña, testigo silencioso de esta historia, alberga secretos que solo el tiempo revelará. La cerca dorada, símbolo de la necesidad de proteger lo efímero, se erige como un recordatorio constante de que, en el juego del amor, las cartas siempre están sobre la mesa, esperando ser reveladas.
En el vaivén de las emociones, en el tejido de las experiencias compartidas y las diferencias evidentes, esta historia se desenvuelve como una melodía única. Una melodía que, aunque destinada a llegar a su fin, resuena con la intensidad de un amor que desafía todas las convenciones. Porque, al final del día, la verdadera magia reside en la capacidad del corazón para amar más allá de las etiquetas y los límites impuestos por el mundo exterior.
Irene desatendía por completo el impacto que generaba en aquellos hombres cautivados por su mera presencia. No tenía consciencia de ser un imán lleno de espinas; aquellos que se acercaban demasiado acababan inevitablemente heridos. La rosa, aunque no busca herir, puede causar sangre si la tomas con la mano desnuda. Así era Irene para esos hombres: una rosa llena de espinas. Tristán ya lo había experimentado, e Iván no tardaría en hacerlo. Y yo, el visir que la acogía en mis palacios, siempre me cuidaba de no acercarme a la distancia de la herida, permitiéndome observar a través de sus ventanas con cierta precaución. No obstante, acercarse a ella se volvía inevitable al entrar en su campo de atracción. Y yo no iba a esperar mucho para hacerlo.
Irene, con su magnetismo único, se convertía en un enigma que intrigaba a todos los que tenían la fortuna (o desgracia) de cruzarse en su camino. Su aura de misterio provocaba una irresistible atracción, incluso para aquellos que, como yo, procuraban mantenerse a salvo de sus espinas emocionales.
Tristán, siendo uno de los primeros en enfrentarse a la dualidad de la rosa, pudo sentir la mezcla de fascinación y peligro que emanaba de Irene. Sus espinas, invisibles pero afiladas, dejaron su marca en él. Iván, por su parte, estaba destinado a descubrirlo por sí mismo, atrapado en la telaraña de encanto y riesgo tejida por Irene.
Como el visir que la albergaba en mis dominios, aprendí a admirarla desde una distancia segura, evitando las heridas emocionales que podían surgir al acercarse demasiado. Mis palacios, aunque imponentes, no eran inmunes a la influencia de Irene, y siempre me esforzaba por mantener un equilibrio entre la admiración cautelosa y la prudencia necesaria.
Pero, a pesar de mis precauciones, no podía resistirme a la inevitabilidad de acercarme a ella. La magnitud de su atracción era tal que entrar en su esfera se volvía casi una necesidad. No iba a postergar ese encuentro por mucho tiempo.
Irene, la rosa espinada, desafiaba con su presencia a aquellos dispuestos a descubrir la complejidad de su naturaleza. En este juego de atracción y cautela, yo estaba a punto de sumergirme, consciente de que, al acercarme, también me exponía a las espinas que adornaban su personalidad intrigante.
Un mundo sombrío donde la humanidad enfrenta su exterminio.
Una tierra donde el simple contacto con ellos equivale a una sentencia de muerte, sin duda, constituye el peor lugar para despertar, especialmente si no es tu propio mundo. Bajo el yugo de un régimen de terror que ha arrasado el antiguo imperio, las consignas de un culto radicalizado gobiernan mientras el resto de los actores políticos se ven impotentes. Ahora, el fanatismo se propaga y las divinidades han sido opacadas por la iglesia de Kallah. Sus huestes todo lo dominan, y sus ejércitos controlan todo a su paso.
En los versos de una vieja letanía se ocultan enigmas que otros han intentado descifrar. Entre sus líneas, parece subsistir una antigua profecía.
Puede que sea una advertencia, puede que sea una solución. Nada es lo que parece. El Guardián del Conocimiento anhela respuestas, pero el Culto de Kallah ha forjado poderosas alianzas y también los persigue.
¿Y si fueras tú quien pudiera desentrañar el misterio?
Decían que nadie podría alterar el curso de la Historia, pero la historia, en efecto, cambió...
Sumérgete en el inmenso universo creado por J. Vilches. Personajes con historias sangrantes, épica en su estado más puro, lírica cautivadora y un ritmo feroz al servicio de una de las sagas más prometedoras escritas en español. No habrás leído nada similar en mucho tiempo. Esta es la historia que ha cautivado a cientos de aficionados en España.
Llegamos en busca de respuestas y solo encontramos nuevas preguntas. Nos exigen demasiado en un mundo herido, sometido por la mano del terror, donde la travesía se presenta ciega. Las alianzas son impuestas y no hay posibilidad de retorno.
¿Cuánto tiempo podremos mantenernos en silencio? El fin es simplemente un nuevo inicio, un horizonte incierto que se despliega ante nosotros. La lucha se dibuja cruelmente desequilibrada, pareciendo perdida desde el principio. No existen atajos, la única vía de escape es hacia adelante. El tiempo apremia.
Pero la derrota no figura entre nuestras opciones; es más bien nuestro punto de partida. Se trata de una narración a contrarreloj que demanda más ritmo, más acción, más impulso.
Ha transcurrido el lapso de silencio… Ha llegado el momento de la acción… Los sucesos se precipitan de manera dramática. Desde el sur, avanza una marea. Gallad despliega sus fuerzas en una estrategia imparable, ineludible. No vienen con intenciones invasoras. Es el acto final del Exterminio. El golpe definitivo al agonizante. Los dispersos deben unirse.
Los senderos se ven obligados a entrelazarse. Las espadas deben ser forjadas de nuevo. La Última Frontera se encuentra en su lecho moribundo. Se requiere un milagro. Una marcha gloriosa… alianzas inimaginables… un Círculo roto que debe ser restaurado… jugarse el todo es la única alternativa que queda para el desesperado.
Creer en lo imposible. Los estandartes aguardan en el gélido valle del río Ycter, a las puertas del Fin del Mundo, "en la encrucijada del tiempo, donde mil caminos convergen en uno solo".
Los soles han perdido su resplandor... El firmamento se ha sumido en la oscuridad. La noche desciende sobre nosotros. Creímos obtener la victoria en la Atalaya. En la Encrucijada del Tiempo, donde mil caminos convergían en uno solo. Pensamos que estábamos cambiando el rumbo de la guerra. Nos equivocamos.
Un horizonte novedoso se vislumbra después de la angustiante batalla en el río Espejo. Razas y civilizaciones destinadas a entenderse a pesar de las discrepancias y los antiguos agravios del pasado. Sin embargo, los jirones del Tapiz se despliegan sin piedad. Quizás todo lo edificado no resulte suficiente. Tal vez se erigió sobre cimientos equivocados. ¿Quién es ahora el enemigo?
El libro de las Alianzas marca el comienzo del tramo final de esta saga que ha cautivado a cientos de lectores en todo el mundo. Es el libro de las grietas, de los secretos, de los giros inesperados, de las sorpresas. Ofrece respuestas a las preguntas incómodas. Este es el libro donde el lector cuestionará todo lo que creía conocer hasta este momento.
Han esperado ansiosos esta narrativa durante demasiado tiempo, pero... ¿realmente están preparados para desvelar los secretos que oculta la Flor de Jade?
La Marea.
Así es cómo la llaman ahora. Así es como se visualiza, como un oleaje que crece, imparable, inexorable, devorándolo todo. Un adversario sin emociones, sin limitaciones, sin vida. Maldoroth ha regresado y ha desatado la Marea sobre todo ser que respira.
Orcos, humanos, elfos... son culturas sin patria, dispersas, diezmadas. Solo una fuerza parece emerger de sus cenizas. La Orden Jerivha, los Sacramentados. Han vuelto con un nuevo liderazgo. Fuerte, joven, enérgico y decidido. En tiempos pasados, fueron el faro de luz del mundo. Aquellos que vencieron las amenazas provenientes del Arrostänn. Muchos se aferran ahora al resurgido estandarte de La Lanza y El Martillo como la última esperanza, pero otros... aún desconfían.
La Orden ya fue prohibida una vez. ¿Salvadores del mundo o inquisidores feroces, como relatan algunas crónicas? ¿Ambicionaron los Jerivha gobernar sobre todo y sobre todos? ¿Podría nuestra última esperanza de supervivencia legitimarlos para purgar el mundo de "impureza"? Si alcanzaran la cima... ¿Qué o cuánto considerarían "impuro"?
La gran incógnita es... ¿Podrían los Jerivha convertirse en otra versión del Culto de Kallah?
Pero esto nos lleva a una pregunta, tan incómoda como evidente.
¿Quién, sino ellos, tiene la capacidad de enfrentar a la Marea...?
Flor de Jade V, Cataclismo, es el primero de los dos capítulos que conforman el desenlace de esta saga.
En ocasiones, nos hallamos ante un punto sin retorno.
Una frontera que, al principio, apenas se vislumbra en el horizonte y sobre la cual parece sencillo mantener la equidistancia. La aproximación no se percibe en los primeros compases del avance, pero cada paso ganado en su dirección facilita enormemente el siguiente.
Llegamos a un punto en el que la bordeamos y quedamos a las puertas de ese abismo. Tan cerca, que ese punto se convierte, entonces, en la última oportunidad que impide ser engullidos por el monstruo. Sin embargo, rara vez la inercia de los acontecimientos nos concede ese atisbo de lucidez. Cruzar esa frontera significa no poder retroceder. No existe la posibilidad de enmienda ni perdón.
De esa caída al vacío es imposible escapar.
Hoy hemos alcanzado ese punto exacto. Nos encontramos ahora en esa delicada frontera...
En este escenario, la importancia de reconocer ese límite se vuelve crucial. A menudo, nos dejamos llevar por la dinámica de los eventos, sin percatarnos de que cada movimiento nos acerca más a ese umbral irreversible. La conciencia de esta situación nos brinda la capacidad de tomar decisiones informadas antes de traspasar ese límite invisible.
El momento presente nos insta a reflexionar sobre nuestras acciones y elecciones. ¿Estamos dispuestos a asumir las consecuencias de cruzar esa frontera sin retorno? Es esencial entender que una vez que nos sumergimos en el abismo, no hay vuelta atrás. No hay posibilidad de rectificación ni perdón que pueda enmendar lo irreversible.
Esta situación nos lleva a cuestionarnos sobre la naturaleza de nuestras decisiones y la responsabilidad que asumimos al traspasar ciertos límites. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar antes de reconocer que hemos llegado al punto de no retorno?
En este contexto, es fundamental considerar la importancia de la prudencia y la reflexión en nuestras acciones diarias. Evitar acercarnos a ese umbral crítico nos brinda la oportunidad de mantener el equilibrio y preservar la posibilidad de rectificar nuestros pasos. La conciencia de los límites nos permite tomar decisiones conscientes y evitar caer en la vorágine del irreversible.
La realidad es que, en ocasiones, la magnitud de nuestras elecciones solo se revela cuando estamos al borde del abismo. Es en ese instante crítico donde debemos evaluar si estamos dispuestos a dar el paso final que nos sumirá en lo desconocido. Tomar esa decisión implica asumir la responsabilidad total de nuestras acciones y aceptar las consecuencias inevitables.