Cómo robarle un radar a Hitler con un centenar de paracaidistas y mucha suerte
Esta noticia ha sido escrita por Roger Casadejús Pérez.
LA MISIÓN: OPERACIÓN BITING
La operación para capturar un radar alemán recibió el nombre en código de "Operación Biting". Esta misión fue planificada y ejecutada por el Mando de Operaciones Combinadas británico, bajo el liderazgo del capitán John Frost. El objetivo principal era un radar Würzburg instalado cerca de Bruneval, en la costa francesa, que representaba una amenaza directa para las operaciones aéreas aliadas.
PLANIFICACIÓN METICULOSA
La planificación de la operación requirió una combinación de inteligencia precisa y coordinación táctica. Gracias a los informes de la resistencia francesa y el reconocimiento aéreo, los Aliados pudieron localizar el emplazamiento exacto del radar. Se seleccionó a un grupo de paracaidistas del recién formado Regimiento de Paracaidistas británico, quienes se entrenaron intensivamente para la misión.
El plan era simple en concepto pero complicado en ejecución: los paracaidistas serían lanzados de noche cerca del objetivo, rápidamente se infiltrarían en el sitio, desmantelarían el radar y evacuarían con los componentes críticos antes de que las fuerzas alemanas pudieran reaccionar.
EL DESPLIEGUE
En la noche del 27 de febrero de 1942, un centenar de paracaidistas abordó aviones de transporte desde bases en Inglaterra. La operación comenzó con un salto nocturno sobre la costa francesa, un desafío logístico y táctico enorme debido a las condiciones meteorológicas adversas y la oscuridad total.
El grupo principal aterrizó cerca de su objetivo, pero algunos paracaidistas se desviaron debido a los fuertes vientos. A pesar de estas dificultades, el equipo logró reagruparse y avanzar hacia el emplazamiento del radar.
LA INCURSIÓN Y EL ROBO DEL RADAR
Una vez en tierra, los paracaidistas se movieron sigilosamente para evitar las patrullas alemanas. El equipo de asalto, liderado por el teniente John Timothy, se encargó de neutralizar las defensas del sitio, mientras el equipo técnico desmantelaba el radar Würzburg. El elemento sorpresa fue clave para el éxito de la incursión, ya que permitió a los británicos completar sus objetivos antes de que se enviaran refuerzos enemigos.
Con una precisión quirúrgica, los componentes del radar fueron desmontados y asegurados. Sin embargo, la operación no estaba completa: los paracaidistas debían regresar al punto de extracción en la playa, donde esperaban las lanchas de rescate.
LA EVACUACIÓN
El regreso a la playa fue una carrera contra el tiempo. Una vez que los alemanes se percataron del ataque, comenzaron a movilizar sus fuerzas. Los paracaidistas, cargando con las piezas del radar, se enfrentaron a un fuego intenso mientras se retiraban. La cobertura proporcionada por los cañones navales de los barcos aliados en alta mar fue crucial para su escape.
A pesar de las bajas sufridas durante el enfrentamiento, la mayoría del equipo logró llegar a las lanchas de rescate, llevando consigo los valiosos componentes del radar. Este éxito no solo proporcionó a los Aliados información vital sobre la tecnología alemana, sino que también demostró la viabilidad de las operaciones aerotransportadas en el futuro.
IMPACTO Y LEGADO DE LA OPERACIÓN BITING
La Operación Biting fue un éxito rotundo, no solo por la recuperación del radar, sino también por el impacto moral y estratégico que tuvo. La información obtenida permitió a los científicos aliados desarrollar contramedidas efectivas contra los sistemas de radar alemanes, nivelando el campo de batalla en términos de detección y defensa aérea.
Además, la operación sirvió como una prueba de concepto para futuras misiones paracaidistas, estableciendo un precedente para las tácticas aerotransportadas que jugarían un papel crucial en eventos posteriores, como el Día D.
LECCIONES APRENDIDAS
- La importancia de la inteligencia previa al combate: El éxito de la operación dependió en gran medida de la información precisa proporcionada por la resistencia francesa y el reconocimiento aéreo.
- Coordinación y entrenamiento: La formación intensiva y la planificación meticulosa fueron esenciales para llevar a cabo una misión de tal complejidad.
- Innovación en tácticas: La operación demostró el valor de las fuerzas aerotransportadas y su capacidad para llevar a cabo incursiones rápidas y efectivas detrás de las líneas enemigas.
CONCLUSIÓN
La hazaña de los paracaidistas británicos en la Operación Biting es un testimonio del ingenio y la valentía que definieron muchos aspectos de la Segunda Guerra Mundial. A través de una combinación de planificación estratégica, ejecución precisa y una buena dosis de suerte, lograron lo impensable: robarle un radar a Hitler. Esta operación no solo alteró el curso del conflicto al nivelar el campo tecnológico, sino que también inspiró futuras estrategias militares que seguirían siendo relevantes en los años venideros.
El éxito de la operación subraya la importancia de la innovación y la adaptabilidad en tiempos de guerra, valores que siguen siendo fundamentales en el ámbito militar moderno. Al recordar estos eventos históricos, se destaca el papel crucial que juegan el ingenio humano y la determinación en la búsqueda de la victoria.