Libros de Tessa Cooper
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❤️ Biografía de Tessa Cooper
Tessa Cooper nació en Súria (Barcelona) en 1976. Desde muy pequeña tenía problemas para dormir y se inventaba sus propias historias para conciliar el sueño, pero sólo eran cuentos. Con el paso de los años, decidió hacer un curso de escritura.
Poco después se publicó su primera novela, Nada que no desees. Un año después, repitió su experiencia editorial con Churros con chocolate.
Luegoo escribió La tercera constelación a la izquierda, la trama que más le costó escribir pero con la que más disfruta. Actualmente vive en Gavà con su marido y su hijo. Promete seguir sorprendiéndonos.
Puedes encontrarla en:
Instagram: @tessacooperescritora
Sitio web: tessacooperescritora.com
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¡Treinta días con Aquiles! ¿De verdad? Y no solo se trataba de él. En el viaje, planeado por la nonna, también estaban mis hermanas, Tea y Zia; Mario, un amigo de toda la vida, y Rubén, algo así como el ex de Tea y el mejor amigo de Aquiles.
El circo estaba armado.
¿Exagero? Para nada.
Yo era el color, la vida, esas sonrisas que estallan en la boca y provocan risas contagiosas. Él era unos y ceros, blanco o negro, poco más.
Pero juntos... ¡éramos imparables! La combinación perfecta de polos opuestos. Hasta que llegó el desastre. Una caída al vacío que nos dejó grises. Convertidos en seres incapaces de ver la realidad. Pero tenía que cumplir el último deseo de la nonna: recorrer Italia juntos para esparcir sus cenizas, con un enorme elefante rosa entre nosotros y muchos más secretos de los que podíamos imaginar.
Por cierto, soy Hebe, y esta es nuestra historia.
¿Puede la renovación de una propiedad reunir a una familia? Irene tiene plena certeza al respecto. Es por eso que sugiere a sus hermanos restaurar la antigua masía de sus abuelos. Lo que no imagina es que, en medio de este proceso, conocerá a Miguel, un arquitecto cuya colaboración trascenderá la simple elaboración de planos.
A Bruno le agrada la idea, aunque espera que el presupuesto sea razonable. Bruno está inmerso en la lucha por un futuro mejor en un presente donde se encuentra con Lena, una joven que le lleva diez años y que tiene claro lo que quiere: a él.
Cristina se ofrece a regresar a Camprodón para supervisar la renovación. En principio, eso no representa un inconveniente. Sin embargo, lo que le inquieta es Xavi. Xavi y sus recuerdos. Xavi y un beso. Xavi y una llamada que nunca se produjo.
Martín se debate en cómo escapar del embrollo en el que se ha metido. Una pequeña mentira, una cita para revelarla, una madre curiosa y... Malena, la chica con la que aún no ha tenido el coraje de hablar, pero que ya es parte de la historia.
Una familia. Cuatro hermanos. Y una restauración que los unirá para siempre.
Había una vez una historia breve y entretenida que nos recuerda que el amor puede surgir en los rincones más inesperados.
Mi nombre es Alicia, y me encuentro luchando contra una bronquitis en pleno mes de agosto, lo que me ha obligado a permanecer en reposo en casa. Ayer por la mañana, mi hermana Sofía decidió instalar Apalabrados en mi teléfono móvil y comenzó una partida con alguien llamado Nanoro. Y, qué sorpresa la mía, no me he enganchado al juego, como cabría esperar de mí que soy más de números, sino al chico. Aquí estoy ahora, frente a la pantalla, ansiosa por iniciar la siguiente partida.
Mi estado de salud puede no ser el mejor en estos momentos, pero parece que el destino ha decidido jugar sus propias cartas, y quién sabe, tal vez en este inesperado escenario encuentre algo más que entretenimiento.
No puedo evitar sonreír al recordar cómo todo esto comenzó. Quién hubiera pensado que una simple partida de un juego de palabras sería el preludio de algo más emocionante. Las coincidencias a veces nos sorprenden de la manera más inesperada, ¿verdad?
Desde aquel primer intercambio de palabras virtuales, algo dentro de mí empezó a cambiar. Cada mensaje, cada palabra compartida, parecía abrir una nueva puerta hacia un mundo de posibilidades emocionales que ni siquiera había considerado antes.
Y así, día tras día, mientras luchaba contra la fiebre y la tos, encontraba consuelo en las conversaciones con Nanoro. Sus palabras se convirtieron en mi medicina, su compañía en mi refugio contra la enfermedad que me mantenía atrapada en casa.
No sé si es la fiebre o el destino jugando a su antojo, pero lo cierto es que cada vez que su nombre aparece en la pantalla de mi teléfono, siento un cosquilleo en el estómago que va más allá de los síntomas de la enfermedad.
Puede que sea una locura, puede que sea solo el delirio de una mente febril, pero no puedo evitar emocionarme ante la idea de lo que el futuro pueda depararnos. ¿Quién dice que el amor no puede surgir de una partida de Apalabrados en pleno agosto?
Así que aquí estoy, esperando ansiosa el próximo movimiento en nuestro pequeño juego virtual, con la esperanza de que cada palabra compartida nos acerque un poco más a ese lugar inesperado donde el amor espera pacientemente su turno para hacer su entrada triunfal.
Quizás esta sea solo una historia más en el vasto universo de posibilidades que nos ofrece el mundo digital, pero para mí, en este momento, es todo lo que importa. Porque en medio de la enfermedad y la incertidumbre, he encontrado algo inesperado y maravilloso: el amor en el lugar más insospechado.
Un pesebre viviente, un estadounidense infiltrado y una familia sumamente tradicional.
Para Ryan, la Navidad se resume en fachadas adornadas con luces, Santa Claus, elfos, trineos y galletas de jengibre.
Para Martín, es participar en el pesebre viviente de su pueblo, pasar tiempo con la familia, escuchar villancicos y disfrutar de los turrones.
¿Qué sucederá cuando el destino los conduzca a pasar juntos las fiestas en casa de los Ruiz?
Pues que la abuelita convertirá a Ryan en italiano, y mudo, porque a su esposo no le agradan los estadounidenses.
Que el abuelito dormirá con un cuchillo jamonero bajo la almohada, porque no es ningún novato.
Y que dos compañeros de piso descubrirán que los polos opuestos se atraen, sin importar cuán diferente sea su perspectiva de la vida.
En las palabras de la autora, esta historia no sigue el patrón común de un hombre adinerado indeciso o una mujer novata. Roberto no busca nada en particular, y Tessa está lejos de ser ingenua, pues sabe exactamente lo que quiere. Todo cambia en una noche, con un mensaje que sacude los cimientos, amigos que son como familia, una familia unida como un solo bloque, y un perro encantador que merece ser conocido.
Roberto nunca quiso abrir su corazón ni mucho menos enamorarse. Temía las posibles consecuencias catastróficas que podría acarrear permitir que alguien entrara en su vida de manera tan profunda. Sin embargo, todo cambió cuando conoció a Tessa. De repente, lo que él consideraba válido comenzó a perder su significado. Sus convicciones se tambalearon y sintió un miedo repentino, porque cuando estaba junto a ella, todo parecía posible.
A pesar de los consejos analíticos de Tessa, que le advertían que Roberto no era de fiar, ella se vio atrapada en una serie de encuentros casuales que pronto se convirtieron en citas, aunque ninguna de ellas lo pareciera. Finalmente, aceptó cenar en casa de Roberto, y en ese momento, se enamoró perdidamente. Sin embargo, pronto descubrió que había sido engañada, y juró no volver a caer en la misma trampa.
Después de esa noche, ambos hicieron todo lo posible por evitar encontrarse. Pero como suele suceder, el destino, con su toque caprichoso y a veces cínico, los volvió a reunir. Esta vez, sin embargo, estaban decididos a tomar las riendas de sus propios destinos y asegurarse de que los eventos se desarrollaran según sus propios planes.
Hugo hizo su entrada sin previo aviso, aunque debo corregirme, no fue completamente sin avisar, ya que nos encontrábamos en una fiesta de exalumnos de mi antigua escuela. Sin embargo, lo que realmente quiero expresar es que no esperaba volver a encontrármelo, jamás. Pero ahí estaba él, avanzando hacia mí en compañía de mi mejor amiga, con esos ojos penetrantes y la mejor sonrisa que jamás había visto.
El lazo que nos unía desde la infancia resurgió sin esfuerzo alguno, como si siempre hubiese estado presente. Después llegó el baile, el paseo hasta mi casa, algunas confidencias y un simple "nos veremos por el pueblo", que acabó convirtiéndose en algo mucho más profundo. Sin embargo, había un inconveniente: mi mundo no estaba listo para recibirlo, o más precisamente, yo no estaba preparada para afrontar lo que estaba por venir.
Un pequeño pueblo envuelto en conflictos, una despedida matrimonial y un bombero que no solo apaga fuegos.
Ella:
Cuando tu esposo te solicita el divorcio el día de su cuadragésimo cumpleaños, piensas que es una broma de mal gusto.
Cuando toda una comunidad espera que ocupes el vacío dejado por un residente, te das cuenta de que están desquiciados.
Cuando tu exsuegra decide que lo que necesitas es un retiro curativo en Ibiza, te preguntas qué error gravísimo cometiste en alguna vida pasada.
Él:
Cuando te percatas de que el entorno que te rodea no te corresponde, sientes que has sido un ingenuo.
Cuando te das cuenta de que careces de la fuerza para escapar de él, comprendes que la opresión en tu pecho no tendrá tregua.
Cuando te envían un boleto a Ibiza para que desconectes de todo y te bajes de la vorágine, aunque sea por unos días, te aferreas a esa oportunidad sin importar las repercusiones.
Ellos:
Un encuentro fortuito.
Confesiones junto a una chimenea.
Una fotografía que lo cambiará todo.
En la familia De la Vega, la verdad es un bien preciado, pero también un lujo que pocas veces se revela por completo. En este entramado de medias verdades y apariencias, Aura se encuentra atrapada en una relación desgastada con Lucas de la Vega. Sin embargo, está decidida a tomar las riendas de su destino.
Su plan es sencillo: asistir a una comida familiar, poner fin a su relación con Lucas y distanciarse de una vez por todas. Pero lo que no anticipa es la presencia de Mateo, el hermano de su ahora exnovio, ni el tiempo que pasarán a solas. Este encuentro inesperado la llevará a cuestionarse qué es lo que realmente la hará feliz.
Desde el primer momento en que Mateo posa sus ojos en Aura, se promete a sí mismo no mirarla, no hablarle, no sentir nada. Pero Mateo no puede evitarlo. La atracción es innegable, aunque ella sea la nueva pareja de su hermano. Sabe que cualquier acercamiento podría desenterrar los secretos familiares que han permanecido ocultos durante tanto tiempo, poniendo en peligro la frágil estabilidad de todos.
En este juego de apariencias y mentiras, el amor puede ser el mayor impulsor de engaños. Nos convierte en maestros de la artimaña, capaces de ocultar la verdad con tal de proteger a quienes amamos. Sin embargo, tarde o temprano, la verdad siempre sale a la luz, desafiando incluso las mentiras más elaboradas.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por amor?
¿Qué sacrificarías por amor?
Después de un intercambio inesperado de maletas, Lucas de la Vega se encuentra en el hotel Atlantis, en Byron Bay. Había escapado de Madrid para dejar atrás las mentiras de su familia y empezar de nuevo, con la esperanza de encontrar un respiro. Solo planeaba pasar una noche allí, quizás dos como máximo.
Para Cameron, la vida se trata de amanecer sobre una tabla de surf, entrenar en el Blooms y disfrutar del tiempo con la familia que ha elegido. Ella cree firmemente que "el tiempo y el amor lo curan todo", y que lo único que importa es el presente, sin preocuparse del pasado ni del futuro.
En su primer encuentro, Cameron ve en Lucas a alguien vacío, y se debate entre alejarse corriendo o tenderle una mano. Para Lucas, ella representa una amenaza, un peligro que preferiría evitar.
¿Qué sucederá cuando se vean obligados a convivir bajo el mismo techo?