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La polémica autora Anne Rice (nacida como Howard Allen O’Brien), reconocida por sus novelas "Góticas" de la serie Crónicas Vampíricas, falleció el 11 de diciembre de 2021...
Su hijo, Christopher (también novelista), anunció su muerte en redes sociales, citando complicaciones a raíz de un derrame cerebral.
Rice, sin duda, atrajo controversia a lo largo de su vida; sus novelas más famosas, que giran en torno a los vampiros Louis y Lestat (interpretados por Brad Pitt y Tom Cruise en Entrevista con el Vampiro), son a menudo descaradamente eróticas. También es menos conocida por su escritura como AN Roquelaure, autora prohibida de la Trilogía de la Bella Durmiente (a menudo descrita como erótica) y Anne Rampling de Salida al Edén, descrita por el NY Times como "sensual". También escribió libros independientes menos conocidos como Llanto a los Cielos, que sigue a los castrati en la Italia del siglo XVIII.
Sus escritos han resonado con muchos, en particular "lectores gays y transgénero que se identificaron con sus temas de aislamiento y alienación". Sin embargo, sus escritos no son la única razón por la que ha conectado con tantos. Su disposición para interactuar con los fanáticos, a quienes llama "Gente de la Página" en redes sociales, es bien conocida en la comunidad de seguidores, donde suele responder directamente a los comentarios de los fanáticos no solo sobre su trabajo, sino también sobre eventos actuales. Otros se identificaron con su lucha con su fe; se "desilusionó" con su fe católica en su adolescencia, y sus luchas pueden verse en algunos de sus escritos, como Memnoch el Diablo. Más tarde regresó a una creencia en Dios, incluso escribiendo dos novelas sobre la vida de Jesús.
Además de ser una autora prohibida y abordar con frecuencia temas sensibles en sus redes sociales, Rice generó debate hace varios años al criticar a "las turbas de linchamiento en internet" que atacaban a autores y libros polémicos. Afirmó que "estamos enfrentando una nueva era de censura, en nombre de la corrección política" tras las críticas al libro de Kate Breslin, Para un tiempo como este. También hizo referencias en el pasado a la "cultura de matones anti-autor". Explicó que "abomino la censura en todas sus formas" y condenó el uso del sistema de reseñas de Amazon para "derribar" a autores cuyos libros son polémicos.
"Creo que todo esto es peligroso. Creo que debemos defender la libertad de los escritores de ficción para escribir lo que quieran escribir, no importa cuán ofensivo pueda ser para otra persona. Debemos defender la ficción como un lugar donde se pueden explorar el comportamiento transgresor e ideas".
También ha enfrentado críticas por esos comentarios, con Bustle argumentando que lo que ella llama censura es en realidad crítica cultural, llamando a sus comentarios "una hipocresía inesperada". Bustle argumenta que no ha leído el libro (Para un tiempo como este) que está defendiendo, y también argumenta que en 2013 "lanzó una turba de linchamiento en internet contra un bloguero que no le gustaba su libro". Pero Rice nunca fue alguien que permitiera que la controversia la detuviera.
Yo sostendría que los libros de Rice a menudo tenían la intención, al menos en parte, de hacer sentir incómodo al lector, de sacarnos de nuestra zona de confort. Abordó temas incómodos y escribió personajes que a veces amábamos y a veces no (hay una razón por la que llamaba a Lestat su "Príncipe Malcriado"), ¿no es así como somos la mayoría de nosotros en realidad?
A pesar de ser criaturas fantásticas como vampiros y brujas, sus personajes a menudo eran muy humanos en su esencia. Y también era conocida por su amor hacia sus fanáticos, sin importar en qué forma, color, sexualidad o estilo vinieran. Su aceptación completa de quienes la rodeaban, al menos para mí desde lejos, siempre pareció genuina.
En última instancia, creo que el legado de Rice no es solo su postura sobre la censura o su disposición a escribir sobre cosas que nos incomodan, sino su disposición a luchar tan públicamente con sus propios problemas. Habló de sus luchas al perder a su hija por leucemia y la muerte de su esposo, y sus luchas con su fe fueron tan públicas que aparecieron prominentemente en su escritura.
Sospecho que parte de su popularidad fue el mensaje no dicho (y a veces dicho) "está bien luchar, yo también lucho".
Su hijo, Christopher (también novelista), anunció su muerte en redes sociales, citando complicaciones a raíz de un derrame cerebral.
Rice, sin duda, atrajo controversia a lo largo de su vida; sus novelas más famosas, que giran en torno a los vampiros Louis y Lestat (interpretados por Brad Pitt y Tom Cruise en Entrevista con el Vampiro), son a menudo descaradamente eróticas. También es menos conocida por su escritura como AN Roquelaure, autora prohibida de la Trilogía de la Bella Durmiente (a menudo descrita como erótica) y Anne Rampling de Salida al Edén, descrita por el NY Times como "sensual". También escribió libros independientes menos conocidos como Llanto a los Cielos, que sigue a los castrati en la Italia del siglo XVIII.
Sus escritos han resonado con muchos, en particular "lectores gays y transgénero que se identificaron con sus temas de aislamiento y alienación". Sin embargo, sus escritos no son la única razón por la que ha conectado con tantos. Su disposición para interactuar con los fanáticos, a quienes llama "Gente de la Página" en redes sociales, es bien conocida en la comunidad de seguidores, donde suele responder directamente a los comentarios de los fanáticos no solo sobre su trabajo, sino también sobre eventos actuales. Otros se identificaron con su lucha con su fe; se "desilusionó" con su fe católica en su adolescencia, y sus luchas pueden verse en algunos de sus escritos, como Memnoch el Diablo. Más tarde regresó a una creencia en Dios, incluso escribiendo dos novelas sobre la vida de Jesús.
Además de ser una autora prohibida y abordar con frecuencia temas sensibles en sus redes sociales, Rice generó debate hace varios años al criticar a "las turbas de linchamiento en internet" que atacaban a autores y libros polémicos. Afirmó que "estamos enfrentando una nueva era de censura, en nombre de la corrección política" tras las críticas al libro de Kate Breslin, Para un tiempo como este. También hizo referencias en el pasado a la "cultura de matones anti-autor". Explicó que "abomino la censura en todas sus formas" y condenó el uso del sistema de reseñas de Amazon para "derribar" a autores cuyos libros son polémicos.
"Creo que todo esto es peligroso. Creo que debemos defender la libertad de los escritores de ficción para escribir lo que quieran escribir, no importa cuán ofensivo pueda ser para otra persona. Debemos defender la ficción como un lugar donde se pueden explorar el comportamiento transgresor e ideas".
También ha enfrentado críticas por esos comentarios, con Bustle argumentando que lo que ella llama censura es en realidad crítica cultural, llamando a sus comentarios "una hipocresía inesperada". Bustle argumenta que no ha leído el libro (Para un tiempo como este) que está defendiendo, y también argumenta que en 2013 "lanzó una turba de linchamiento en internet contra un bloguero que no le gustaba su libro". Pero Rice nunca fue alguien que permitiera que la controversia la detuviera.
Yo sostendría que los libros de Rice a menudo tenían la intención, al menos en parte, de hacer sentir incómodo al lector, de sacarnos de nuestra zona de confort. Abordó temas incómodos y escribió personajes que a veces amábamos y a veces no (hay una razón por la que llamaba a Lestat su "Príncipe Malcriado"), ¿no es así como somos la mayoría de nosotros en realidad?
A pesar de ser criaturas fantásticas como vampiros y brujas, sus personajes a menudo eran muy humanos en su esencia. Y también era conocida por su amor hacia sus fanáticos, sin importar en qué forma, color, sexualidad o estilo vinieran. Su aceptación completa de quienes la rodeaban, al menos para mí desde lejos, siempre pareció genuina.
En última instancia, creo que el legado de Rice no es solo su postura sobre la censura o su disposición a escribir sobre cosas que nos incomodan, sino su disposición a luchar tan públicamente con sus propios problemas. Habló de sus luchas al perder a su hija por leucemia y la muerte de su esposo, y sus luchas con su fe fueron tan públicas que aparecieron prominentemente en su escritura.
Sospecho que parte de su popularidad fue el mensaje no dicho (y a veces dicho) "está bien luchar, yo también lucho".