El papiro de Ezequiel, el documento más antiguo de la Biblioteca Nacional, desvela sus tres vidas

Esta noticia ha sido escrita por Roger Casadejús Pérez.

La primera vida: El origen del papiro de Ezequiel

Contexto histórico

El papiro de Ezequiel es un documento que data del siglo III a.C., un periodo marcado por la expansión de las culturas helenísticas tras las conquistas de Alejandro Magno. Durante este tiempo, Egipto se convirtió en un crisol de culturas bajo el dominio de la dinastía ptolemaica. Es en este contexto donde se sitúa el origen del papiro.

El contenido del papiro

El papiro de Ezequiel es un texto religioso que recoge fragmentos del libro bíblico de Ezequiel, escrito en griego koiné, la lengua franca del mundo helenístico. Aunque el contenido exacto del papiro es objeto de estudio continuo, se sabe que incluye pasajes que abordan temas de profecía y esperanza, características propias del libro original del Antiguo Testamento.

El material y la técnica de fabricación

El papiro fue elaborado con hojas de papiro, una planta acuática del Nilo que se utilizaba comúnmente en el Antiguo Egipto para fabricar papel. La técnica de fabricación consistía en cortar la planta en tiras, que luego se entrelazaban y prensaban para formar una hoja uniforme. Esta técnica permitió que el documento resistiera el paso del tiempo, aunque no sin sufrir daños significativos.

La segunda vida: El descubrimiento del papiro

El hallazgo arqueológico

El papiro de Ezequiel fue descubierto a mediados del siglo XIX durante una expedición arqueológica en la región de Fayún, en Egipto. Este hallazgo fue parte de un esfuerzo más amplio por desenterrar y catalogar los restos de civilizaciones antiguas que yacían ocultos bajo las arenas del desierto.

El traslado a la Biblioteca Nacional

Tras su descubrimiento, el papiro fue trasladado a Europa, donde pasó a formar parte de la colección de la Biblioteca Nacional. Su inclusión en la colección fue resultado de las políticas culturales de la época, que buscaban enriquecer los archivos nacionales con tesoros del mundo antiguo.

El impacto del descubrimiento

El impacto del descubrimiento del papiro de Ezequiel fue inmediato. Historiadores y teólogos se apresuraron a estudiar el documento, buscando nuevas perspectivas sobre la historia del judaísmo helenístico y la transmisión de textos bíblicos en el mundo antiguo. El papiro se convirtió en una pieza clave para entender el sincretismo cultural y religioso de la época.

La tercera vida: La restauración y preservación

Desafíos de la restauración

Con el paso del tiempo, el papiro de Ezequiel había sufrido deterioros significativos. La restauración del documento planteó varios desafíos, incluido el desvanecimiento de la tinta y la fragilidad del material. Los expertos en conservación trabajaron meticulosamente para estabilizar el papiro y preservar su contenido.

Técnicas modernas de conservación

La restauración del papiro de Ezequiel se benefició de técnicas modernas de conservación, como el uso de cámaras de control climático, que minimizan el riesgo de daños adicionales. Además, se emplearon técnicas de escaneo digital para crear una copia fiel del documento, asegurando que su contenido esté disponible para futuras generaciones de investigadores.

El legado del papiro en la actualidad

Hoy en día, el papiro de Ezequiel no solo es un testimonio de la habilidad técnica de los antiguos artesanos, sino también una ventana crucial hacia el pasado. Su preservación permite a los estudiosos continuar explorando las complejidades del mundo helenístico y sus influencias en las tradiciones religiosas del Mediterráneo oriental.

Conclusión

El papiro de Ezequiel ha vivido tres vidas: desde su creación en el mundo helenístico, pasando por su redescubrimiento en el siglo XIX, hasta su restauración y conservación en la actualidad. Cada una de estas etapas ha contribuido a enriquecer nuestra comprensión de la historia y la cultura del mundo antiguo. La Biblioteca Nacional, al custodiar este valioso documento, ofrece un puente entre el pasado y el presente, permitiéndonos apreciar la continuidad y transformación de las ideas a lo largo del tiempo. Así, el papiro de Ezequiel sigue siendo una fuente de inspiración y conocimiento para todos aquellos que buscan entender las raíces de nuestra civilización.